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Los medicamentos procinéticos

15 de enero de 2019

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Reciben el nombre de procinéticos aquellos medicamentos que se utilizan para mejorar el tránsito intestinal, mejorando la velocidad de vaciado y la función de los esfínteres.

Se usan principalmente para tratar o prevenir el reflujo patológico, o para acelerar la absorción de ciertos medicamentos. Algunos de ellos también pueden ser usados para ayudar en el tratamiento de las náuseas y otros síntomas asociados a los trastornos digestivos.

Entre los agentes procinéticos se citan la metoclopramida, la domperidona, la cisaprida, la mosaprida y la cinitaprida. Su acción tiene lugar por el bloqueo selectivo de los receptores de dopamina situados en la pared gastrointestinal, además de actuar sobre los receptores de la serotonina y estimular la liberación de acetilcolina.

Los procinéticos son ampliamente empleados en el tratamiento de los trastornos de motilidad del tracto digestivo superior y para el alivio de las náuseas y los vómitos de diversos orígenes.

Sin embargo, a pesar de su extendida utilización, no puede pasarse por alto que estos medicamentos no están exentos de producir efectos adversos, en su mayor parte debidos a su propio efecto farmacológico.

Todos los fármacos de este grupo producen alteraciones gastrointestinales, así como sedación y somnolencia, aunque en algunos casos lo más frecuente es el insomnio.

Pueden presentarse también algunos efectos de carácter reversible relacionados con su acción sobre los receptores de la dopamina. En ellos se incluyen la tensión y dolor mamario, la ginecomastia, la galactorrea y la amenorrea.

Pueden producir además síntomas extrapiramidales como la distonía, la discinesia y el parkinsonismo. Estos pueden aparecer incluso con la toma de una única dosis y su probabilidad está directamente relacionada con su capacidad para atravesar la barrera hematoencefálica.

Sin embargo, los efectos adversos que más preocupación han despertado en los últimos años son los de tipo cardíaco, al haber estado algunos de los agentes procinéticos relacionados con reacciones adversas cardiovasculares graves como hipotensión, shock, síncope, bradicardia, bloqueo auriculo-ventricular y paro cardiaco.

Es por ello que resulta tan necesario tomar conciencia y dejar de ver a los procinéticos como medicamentos simples que se pueden utilizar sin problemas para padecimientos cotidianos como el malestar estomacal. Como sucede con cualquier otro medicamento, existen precauciones que se deben considerar para poder usarlos de un modo seguro y minimizar el riesgo de todos los efectos adversos que se pueden presentar. Pasar esto por alto nos coloca en una situación de riesgo que es posible evitar.

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