Lilí Martínez. (Luís Martínez Griñán) reformulador de la pianística sonera

11 de diciembre de 2015

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José Reyes Fortún

 

Pianista y compositor (Guantánamo, Oriente, 19 de agosto de 1915-La Habana, 26 de agosto de 1990).

Lilí Martínez fue un músico de formación autodidacta, si bien realizó algunos estudios de música con el eminente profesor Rafael Inciarte Brioso, y con su hermana Ana Martínez. Sus inicios como pianista profesional ocurrieron en una academia de baile de Guantánamo y posteriormente, en algunos notables espacios bailables de Santiago de Cuba.
En 1945, Rubén González, entonces pianista de planta del Conjunto de Arsenio Rodríguez, se le presenta la oportunidad de viajar a Panamá y le recomienda a Arsenio el “Cieguito Maravilloso”, a Lilí Martínez para que ocupe su puesto. A partir de ese momento, Lilí y Arsenio devinieron genial mancuerna creativa en el son montuno, el bolero, la rumba, la guaracha, el mambo y el chachachá.

 

Para entonces, en el Conjunto de Arsenio no existían arreglos para el piano, y fue entonces que Lilí Martínez se encargó, desde una genialidad sin límites, de estas funciones.
Arsenio Rodríguez, verdadero maestro del son, le enseñó a Lilí la base fundamental del género, al que luego el talentoso pianista le incorporaría sus propias experimentaciones.
Lilí Martínez era dueño absoluto de algunos secretos en la ejecución del piano, en primer lugar conocía a la perfección la armonía tradicional y la moderna, y respetaba hasta el máximo la manera de hacer el son montuno, ideas luego concretadas de manera fecunda, desde francas acentuaciones cercanas al jazz y del impresionismo debussiano, esta última, corriente estética de la que Lilí fue un estudioso consumado.
Pero hay un secreto que lo hizo ser un pianista diferente en la interpretación del son cubano: en las improvisaciones hacía sincopas, notas de paso, acordes de paso, siempre resolviendo en la tonalidad natural, para entregar al solista o al coro en su justo momento.

 

Cuando Arsenio Rodríguez se marchó para los Estados Unidos en 1952, Lilí Martínez pasó como pianista al Conjunto Chapottin hasta 1967. Luego se le vería en diferentes agrupaciones siempre con el recordado éxito de siempre.
Su estilo como pianista ha influido en Frank Fernández, Papo Lucas y algunos otros eminentes pianistas. Su carpeta autoral resulta interesante para el repertorio sonero del Caribe.