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Letras y Artes en “Patria”

21 de marzo de 2022

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 El periódico de Martí fue obra ejecutada con exquisitez absoluta, tanto en los planos de sus objetivos de movilización política para impulsar la unidad patriótica hacia la guerra liberadora y la república de justicia social, como en su contribución para robustecer la conciencia de identidad nacional de los cubanos.

En las páginas de Patria el Maestro siguió una estrategia editorial en la que el reconocimiento a la creación de la cultura artística y literaria tuvo su lugar, no solo porque él mismo fue un notable escritor, sino, y sobre todo, porque esas manifestaciones eran para él las expresiones del alma nacional, de su originalidad, de un pensamiento propio ajustado a nuestras necesidades. Por eso publicó nueve textos sobre escritores y sus libros, tres acerca de pintores e igual cantidad sobre músicos. Y en la sección “En casa”, dedicada a la cotidianidad de las emigraciones, no deja de informar acerca de asuntos relacionados con la vida y la labor de los creadores en las letras y en las artes.

 

Cirilo Villaverde

Cirilo Villaverde

 

Un hombre de letras como Martí no es extraño que trate a ese tipo de autores, desde los más reconocidos entonces hasta los que se iniciaban. Entre los primeros figura Cirilo Villaverde, ante cuya muerte en 1894 le llamó “patriota entero y escritor útil” y califica a Cecilia Valdés como “inolvidable novela.” José de la Luz y Caballero, el formador de patriotas en su escuela es para Martí “el silencioso fundador”, el “que a solas ardía y centellaba”, “que antepuso la obra real a la ostentosa.” Al morir en Estados Unidos, en 1893, el historiador y maestro Eusebio Guiteras, lo califica como “patriarca humilde”, y recuerda que “en sus libros hemos aprendido los cubanos a leer” y “sus cuentos sanos” fueron para muchos cubanos “la primera literatura y fantasía.” Julián del Casal, fallecido “joven y triste” señala Martí, a los treinta años de edad en mil 1893, y al que sitúa como uno de la “gente nueva” en las letras hispanoamericanas, y con quien estéticamente se identificó al estimarlo “fino” y “sincero.”

 

Julián del Casal

Julián del Casal

 

Martí no olvida reseñar en su periódico a sus compañeros en la lucha patriótica como Rafael Serra y Rafael de Castro Palomino. De Serra comenta su libro titulado Ensayos políticos y de Castro Palomino su cuaderno de poemas nombrado Preludios. Otros poemarios presentados por el Maestro fueron Flores silvestres, del joven Enrique Nattes al que estima por “sincero poeta” quien, dice, entrega el verso “puro y digno” cuando recuerda a su madre y a Cuba, y Versos verdaderos, una compilación de decimistas bejucaleños escuchados por Martí en un viaje a Filadelfia.

También entregó reseñas de eruditos libros como Galería de Colón, de Néstor Ponce de León, y Erratas de la Fe de Erratas de de don Antonio Valbuena, del importante filólogo cubano José Miguel Macías, autor antes de un Diccionario de las raíces griegas y latinas. La muerte en París, a los veinticuatro años de edad, del escritor, periodista y poeta Augusto de Armas le hace escribir una cálida nota a quien solo conoció, dice Martí, por una carta donde hablaba de su amor viril por Cuba.

 

José Joaquín Tejada

José Joaquín Tejada

 

Dos de los más brillantes y reconocidos pintores de su época fueron presentados por Martí a los lectores de su periódico: Juan Jorge Peoli y José Joaquín Tejada. Al primero lo trató en Nueva York y a su muerte publicó un extenso estudio acerca de su vida y obra, en el que lo califica de “hombre justo”, “puro en el retrato y escrupuloso en el paisaje.” A Tejada dedicó un buen espacio y hondas reflexiones sobre el arte, y comenta con entusiasmo su obra más famosa La lista de la Lotería. Un escenógrafo de Tampa, el “buen Ayala”, como lo llama, también movió su pluma en Patria.

 

Emilio Agramonte

Emilio Agramonte

 

Dos de los escritos sobre músicos tratan sobre Emilio Agramonte, fundador en Nueva York de una Escuela de Ópera y Oratorio y colaborador en las actividades patrióticas; el tercero se refiere a Ana Otero, pianista puertorriqueña de fama en París, a la que valora así: “Ella es fiel a la verdad, a la amistad y a la patria.” De todos esos creadores afirma: “La patria está hecha del mérito de sus hijos, y es riqueza de ella cuanto bueno haga un hijo suyo.”

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