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Leonardo Favio

18 de septiembre de 2015

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leonardo-favio-01-624x363 (Small)Compositor y cineasta. He ahí una doble condición que el argentino Leonardo Favio manejó con éxito y talento. Favio, de 71 años, arribó a La Habana, en los primeros días de mayo de 2009, con motivo de la presentación de su más reciente película, “Aniceto”, en la apertura de un ciclo de cine argentino en la capital cubana.
Entonces expresó:
“Me gusta que mis personajes nazcan de un fotograma y que, unidos cuadro a cuadro, cuenten una historia, que es la mía y que solo se transforma en película a través de la visión del espectador. Es tan simple el cine mío: se trata de encontrar una idea y de ver si esta vía vale la pena”.
Su cinta “Aniceto”, versión en ballet del clásico “El romance del Aniceto y la Francisca”, está considerada entre las mejores realizaciones del cine argentino. Prueba de la maestría de su director; está protagonizada por bailarines, y en ella Favio interpreta el tema “Canción de juventud”, compuesto por su hijo Nico Favio.
Los cubanos conocían mayormente al artista a través de sus canciones de décadas atrás, que fueron populares en la radio, una de ellas de manera muy especial, la titulada “O quizá simplemente le regale una rosa”, pero también “Ella ya me olvidó”.
De su cuerda como compositor dijo:
“Uno es lo que hace y hace lo que es. Amo mis canciones tildadas por muchos de simples, porque están en el inventario familiar de nuestra gente. En caso de no ser cineasta me hubiera gustado ser un gran director de orquesta. Me apasiona la música, pero solo llegué a ser un cantor de guitarra de tono corriente”.
Artista de imágenes y sonidos — cantante, compositor, libretista, guionista, productor y director de cine—, Leonardo Favio satisfizo con su presencia en Cuba el anhelo y la curiosidad de muchos admiradores de una generación que hoy ya peina canas.
Hombre de mucho andar, la vida de Leonardo Favio —cuyo nombre real fue Fuad Jorge Jury— daría tema para una película: abandonado por el padre en la niñez, internado, rebelde, estudiante de seminarista, limosnero…, siempre a la búsqueda de un camino que debería desbrozar hasta llegar a su realización como artista, iniciada en condición de extra cinematográfico.
Desde muy joven peronista convencido, durante la dictadura militar que gobernó Argentina se exilio, desde 1976 hasta 1983. Se le tiene entre los directores renovadores del cine argentino y como uno de los iniciadores de la balada romántica latinoamericana, lo cual no es poco. Murió en noviembre de 2012, a los 74 años de edad.

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