Las novedades terapéuticas
24 de abril de 2023
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El desarrollo de nuevas sustancias terapéuticas en su largo camino hasta la comercialización, resulta un proceso difícil y costoso, nunca exento de tropiezos que pueden hacer fracasar el proyecto.
A pesar de esto los científicos insisten en la búsqueda incesante de nuevos principios activos, obtenidos cada vez más a través de novísimos métodos de síntesis, con el propósito de lograr alternativas terapéuticas más seguras para tratamientos conocidos o incluso, solucionar problemas de salud que aún persisten sin posibilidad de tratamiento.
En los últimos años se ha venido produciendo un fenómeno en torno a los descubrimientos que en efecto son novedades terapéuticas y los que por el contrario son simples variaciones de una molécula original, sin ningún aporte de seguridad o verdadero avance terapéutico.
El tema es controvertido y polémico, ya que en él entran a jugar diversos factores y tienen un gran peso aquellos directamente relacionados con el interés lucrativo de las transnacionales farmacéuticas.
Es usual observar entre los distintos grupos farmacológicos, la existencia de moléculas llamadas “cabeza de serie”, que definen y caracterizan el comportamiento de los restantes integrantes del grupo, surgidos a partir de ella. Estos últimos apenas difieren de la molécula originaria y poseen semejantes características químicas y mecanismo de acción farmacológica. En estos casos es muy frecuente emplear el término “me too” para hacer referencia a este tipo de medicamentos.
Cuando en un grupo farmacológico surge una nueva molécula, que introduce “avances” respecto al cabeza de serie, se considera entonces que se está en presencia de una novedad terapéutica.
Este avance puede interpretarse como una mayor seguridad debido a la reducción de efectos adversos, un mayor tiempo de vida media o una mayor efectividad de la nueva molécula del mismo grupo farmacológico, respecto a la cabeza de serie.
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