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Las interacciones medicamentosas (III)

3 de noviembre de 2020

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Entre las interacciones medicamentosas de carácter farmacocinético están las que ocurren por cambios en la distribución de los fármacos en el organismo. Estas interacciones pueden deberse a alteraciones del flujo sanguíneo, alteraciones en la captación, extracción y unión tisular, desplazamiento de la unión a proteínas plasmáticas, alteraciones del transporte activo en el sitio de acción y modificaciones del ph sanguíneo.

Un ejemplo de este tipo de interacciones son las que se producen entre los fármacos que disminuyen el flujo sanguíneo hepático, como es el caso de los betabloqueadores y los antiarrítmicos, y los fármacos que se metabolizan prioritariamente a través del hígado entre los cuales se encuentran la lidocaína, el dextropropoxifeno y el labetalol. Como resultado de esta interacción, resulta afectado el aclaramiento hepático de estos medicamentos, producto de la disminución del flujo sanguíneo hepático provocada por los betabloqueadores y los antiarrítmicos.

El lugar estratégico del hígado, entre el intestino y la circulación sistémica, propicia importantes interacciones. Los fármacos que interfieren con la captación hepática, biotransformación, unión intracelular o excreción biliar de medicamentos como: la aspirina, la clorpromacina, el dextropropoxifeno, la imipramina y el dinitrato de isosorbide, los cuales se metabolizan mayoritariamente en este órgano, pueden provocar un aumento de su biodisponibilidad en el organismo.

Otros ejemplos de estas interacciones medicamentosas, se observan entre el etanol y la amitriptilina, ya que el etanol administrado una hora antes de la amitriptilina aumenta al doble su concentración durante la fase de absorción. También entre la cimetidina y el propanolol, debido a que la cimetidina inhibe la captación de propanolol por el hígado, aumentando sus concentraciones plasmáticas, lo cual puede aumentar tanto su efecto como su toxicidad.

El desplazamiento de la unión a proteínas plasmáticas como la albúmina de algunos fármacos, es otra forma en que se manifiestan la interacciones medicamentosas. El impacto de este desplazamiento depende del volumen de distribución del fármaco desplazado en el organismo y de su indice o margen terapéutico. Cuando este último es pequeño, la diferencia entre la dosis terapéutica y la dosis tóxica es muy estrecha, por lo que el aumento de sus concentraciones libres en plasma podrían tener consecuencias clínicas riesgosas para el paciente.

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