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Las emociones en la entrevista

2 de septiembre de 2016

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Hay muchas y variadas circunstanciasen la vida que nos crean emociones negativas agudas, y una de ella es cuando vamos a asistir a una entrevista de trabajo. Es lógico que nos pongamos nerviosos, ya que se trata de una situación que nos sometemos con la meta de obtener el puesto de trabajo deseado, así que nos preparamos para salir bien. Cada persona se dedica a esta preparación de diferente manera e intensidad en dependencia de muchos factores como pueden ser la personalidad; la preparación técnica que se tenga para dicho empleo; la experiencia y, por supuesto, la motivación, lo que nos inspira,lo que queremos obtener; pero nadie se libra de sentirse presionado por las emociones en situaciones de este tipo que generan estrés.
En mundo laboral actual se entrena a los entrevistadores para que realicen su trabajo eficientemente y detecten las emociones que pueden interferir en el postulante, así como las positivas, y como todo esto forma parte de las competencias emocionales de quien se está entrevistando. Con esto no estoy diciendo que siempre nos encontraremos con personas así, que conozcan y manejen eficientemente los recursos que las teorías de la inteligencia emocional nos brindan, porque desafortunadamente hay todavía quienes creen que crear un ambiente de miedo y excesiva exigencia es el método ideal para “sacar lo mejor” de los aspirantes.Es por ello que alllegar a la entrevista nos encontramos con alguien inafectivo en el mejor de los casos o con mala cara, que nos manda a callar o nos interrumpe, pone cara de aburrido, frunce el seño, chasquea la lengua y hasta dice palabras desagradables.Aestos les digo que están completamente equivocados, en realidad una empresa o cualquier otro centro laboral debe entrenar a sus entrevistadores para que sean capaces de crear un buen clima de confianza y ante todo saber identificar las emociones del entrevistado.
Aquí les van algunos consejos: si la persona está enojada, su respiración es corta y rápida, los músculos de la cara se contraen y la postura corporal es rígida, incluso tiende a apretar los puños, por lo que hay muchas posibilidades que explote, este no suele ser un buen momento para realizar la entrevista a no ser que el entrevistador sea los suficientemente competente para cambiar este estado de ánimo por otro positivo. Si por el contrario, la persona se siente alegre, manifiesta una sensación de bienestar y su postura es relajada, sonríe, sus ojos brillan, está en una buena disposición para responder las preguntas y realizar las tareas que le pidan. Si está decaído, incluso triste, se puede observar hombros y mandíbula caídos, y en general un estado de abatimiento que se observan en poco brillo en los ojos, por lo que esta persona no mostrará ni un 10% de sus potencialidades reales.
También el miedo es muy común en este tipo de situación por lo que la sudoración en frente y manos es muy frecuente, evitan mirar a los ojos, palidez de la piel y hasta temblores, acompañado de carraspeo de garganta y una conversación balbuceante. Claro que se puede presentar combinación de estas, pero lo más importante es reconocer si la persona ya llega con estas emociones o si el entrevistador es quien se las provoca, y solo en el caso de la alegría es que se puede afirmar que esta persona está realizando un buena entrevista y que los resultados que se obtienen son certeros y será capaz de dar una opinión adecuada de la persona.
Resultan altamente ineficientes quienes creen y llevan a cabo posturas de superioridad, de tratar de atemorizar, de burla e incluso de humillación a los que están siendo evaluados, ya sea para un puesto de trabajo –que es el caso que les puse hoy– como para cualquier otro tipo de evaluación o examen. Es por esto que extiendo lo que dije a los tribunales de exámenes para entrar a la universidad o para examinar tesis, un casting para cualquier tipo de espectáculo, en fin, cualquier meta que queremos alcanzar. De ninguna manera el hecho de transmitir una afectividad positiva y crear un clima de confianza está peleado con la exigencia y la objetividad; todo lo contrario, es la manifestación de la unión de la mente emocional y la mente racional.

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