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Las contradicciones emocionales

21 de agosto de 2015

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mujer-celosaRegularmente creemos que todas las personas tenemos las mismas o similares fuentes de emociones, o sea, si tienes una pérdida, nos entristecemos; si por el contrario, tenemos una ganancia, nos alegramos, o lo que es lo mismo, que hay una concordancia directa; logro-felicidad, pérdida-tristeza y, por ejemplo, si me dieron un trabajo de mayor envergadura que trae aparejado mejoras económicas, nos ponemos alegres, o si el hombre que amamos nos corresponde esto nos trae felicidad; sin embargo, no siempre es así, porque los seres humanos somos muy complejos y hay quienes también son muy complicados y contradictorios, por lo que en vez de alegrarse por el nuevo puesto, se siente atemorizado, y contra toda lógica en vez de estar feliz y darle amor al ese hombre deseado, se pone molesta y celosa.
¿Qué sucede? ¿Qué mecanismo está actuando? La respuesta es: la personalidad de cada cual, la complejidad de las metas que nos proponemos y la historia vital con su carga de éxitos y fracasos, y todos estos elementos se combinan en forma de auto estima y así reaccionar emocionalmente ante los diferentes eventos de la vida. La persona que no se alegra por una promoción laboral está condicionada por temor a la responsabilidad, por no creerse preparada (aún cuando sí lo esté, pero tiene baja auto estima) y no le gusta hablar en público, no se siente capaz de dar órdenes y mucho menos conducir el auto que le asignaron. ¡Qué horror el tráfico! Y esta es una posible respuesta a la contradictoria reacción emocional, pero puede haber muchas más. Esa persona se sentiría más feliz, tranquila, relajada, sentadita en su buró en un extremo de la oficina, haciendo el mismo trabajo de siempre, sin sobresaltos, ni nuevos retos.
Por otra parte, la mujer enamorada del buen mozo que contra toda expectativa le corresponde, se siente insegura, ya que está convencida que muy pronto el hombre se dará cuenta que hay mujeres más bonitas, y la dejará a ella, haciéndola sufrir, y lo más triste es que el hombre la ama, pero por su actitud se aburre y la deja, logrando reafirmar lo que ella erróneamente pensó al principio y que hizo realidad su ambivalente conducta emocional. Enuncié los distintos elementos que propician estas contradicciones, pero resalto uno en particular, que es donde convergen los anteriores y es la autoestima, que es el amor propio, cuánto nos queremos, qué funciona como un generador de conductas coherentes que llevan a una vida con un feliz equilibrio o a contradicciones, ambivalencias, inmovilismo que son el camino a las emociones negativas, fundamentalmente el miedo, que es una emoción de predominio, lo que quiere decir que es una emoción primaria, generadora de disgusto, vergüenza, lo cual lleva a las consecuentes dificultades interpersonales.
La situación contraria provoca efectos afectivos e interpersonales similares; es decir, cuando la autoestima está más elevada en relación con las reales posibilidades que tiene alguien. Así la persona se enoja porque no le dan la promoción que cree se merece o también acepta el trabajo para el que no está preparada y hace charranadas a tutiplén, agobiando a los que tienen algo que ver con ella o él, y que habitualmente suple su falta de capacidad con conductas prepotentes o desordenadas o haciendo que otros le hagan su trabajo, provocando aún más conflictos intergrupales por la ausencia de elementos cohesionadores, ya que no puede existir un buen trabajo en equipo cuando hay quienes no desempeñan adecuadamente sus roles. Y estoy segura que todos hemos conocido a una mujer que se cree la quinta esencia del atractivo sexual, esperando que todos los hombres caigan rendidos a sus pies, convirtiéndose en una verdadera enemiga de cuanta mujer esté por los alrededores porque no quiere competencia, mostrándose provocadora con los hombres e iracunda con las mujeres que logran la atención femenina y déspota con las que quieren quitar del medio de su supuesto harén masculino.
Hay otras manifestaciones emocionales contradictorias que tienen en su centro las particularidades personológicas, por eso la mujer X se disgusta por tener una casa más grande, ya que tiene que limpiar más, y los hijos querrán vivir ahí cuando se casen (y tal vez los hijos son todavía niños), o irse de vacaciones a un hotel no es nada agradable, porque dejar la casa sola puede atraer a los ladrones y así muchos ejemplos más, por lo que yo siempre le digo a ese tipo de personas: haz testamento antes de cruzar la calle porque seguro que un auto te va a atropellar.

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