ribbon

Las casas gemelas de la familia Pedroso (I)

21 de agosto de 2015

|

Fachada 1 (Small)La imagen de ese hermoso palacete del siglo XIX, con aspecto neoclásico, está formada en realidad por dos casas refundidas en fachada, posiblemente, a mediados de esa centuria. Una simple pared lateral, común a ambas casas, es lo que las divide por el patio central. Ello debió facilitar una mejor comunicación, y a la vez independencia, entre sus habitantes, quienes estaban unidos por lazos consanguíneos: las dos viviendas pertenecían a la familia Pedroso. No obstante, mantuvieron siempre su numeración individual hasta la actualidad: Cuba 202 y 204, esquina a Empedrado.
Responden, por su distribución espacial, a la gran casa solariega de la aristocracia habanera de la colonia que desde el siglo XVIII, como afirma el arquitecto Joaquín Weiss, en “La arquitectura colonial cubana. Siglo XVIII”, va a estar “…muy ligada a las necesidades, conveniencias y medios económicos de sus propietarios, entre ellos, jefes del ejército y la marina, alcaldes y regidores, hacendados y comerciantes, al final, altos funcionarios del gobierno, cuyas familias prolíficas y convivientes requieren una vivienda generosa para el desarrollo de su vida social, religiosa y familiar en su significado más alto. Las propias ocupaciones de sus señores, ya fuese en el comercio, la industria o la agricultura, los llevará a dedicar parte de su casa a funciones de almacenamiento o despacho”.
Por la imagen que conserva, puede inferirse que la familia Pedroso, propietaria de las casas desde la segunda mitad del siglo XIX, decidió transformar sus viviendas a la usanza del período decimonónico, donde la arquitectura se vestía con los atavíos del neoclásico e incorporaba a la decoración de fachada y el interior un gusto afrancesado que la sacarocracia criolla le imprimía a sus nuevas edificaciones. Tanto en intramuros como en extramuros se levantaron mansiones de este tipo, representativas del nuevo código donde la madera cedía paso al hierro en rejas y balcones y a la cantería en los muros; las cubiertas de tejas inclinadas se sustituían por planas de losas de barro o entablado; en la fachada se superponían los órdenes clásicos y en el interior la decoración se simplificaba mientras se extendía el uso del yeso en la ornamentación de los falsos techos, entonces de moda, y el mármol en los revestimientos de pisos y escaleras.

Escalera 2 (Small)Pero la construcción primigenia de estas nobles mansiones se remonta a siglos anteriores, entonces, de arquitectura más modesta. En un asiento de la Antigua Anotaduría de Hipotecas (A.A.H.), en 1624, la casa señalada con el número 202, por ejemplo, consta como una casa de tapias y tejas, propiedad de Juana Muñoz, y se enumeraba con el número 10 de la calle Empedrado, luego sería la 52 de la calle Cuba. En 1735 se registraba con igual descripción, por lo que se desprende que para esa fecha no había sufrido una modificación importante.
En 1858 entran los Pedroso en posesión de esta casa, cuando Doña Francisca Pedroso y Herrera se la compra a Don Onofre Ramírez por el precio de $ 16, 189.75 oro español, pero ya es una casa de mampostería, aunque todavía se señalaba con el número 10 de la calle Empedrado, haciendo esquina a la de Cuba. Según esta anotación de la A.A.H. lindaba con la casa de Don Juan Díaz de Castro y con la del Excmo. Sr. Marqués de Esteba de las Delicias.

Entradas 2 (Small)Un dato significativo y bastante preciso, aporta una inscripción de la A.A.H., del 26 de junio de 1861, en la que Doña Francisca Pedroso se obligaba a pagar 100 000 pesos a Don Santiago La Peire, para ello “…hipotecó dos casas situadas en la calle de Cuba número 133 y 133 ½, las cuales ha fabricado… en el terreno que antes ocupaban dos casas que constan con sus linderos y gravámenes.” De modo que fue Doña Francisca quien edificó las casas como las vemos hoy, entre 1858, en que le pertenecen, y 1860, año en que cambia la numeración de las calles y entonces se convertirían en Cuba 54 y 52, respectivamente. En este asiento aparecen con el número 133 y 133 ½, o sea, la numeración anterior a 1861, y la 133 ½ no es otra que la mencionada Empedrado 10, la cual giraba su frente a la calle Cuba después de la nueva fábrica. Por tanto, es muy posible que, aproximadamente por esta fecha, se hiciera la reconstrucción que unificó las dos casas por su fachada. Por ello se les conoció como “las gemelas de Pedroso”.
La casa número 52, hoy 202, hacia finales del siglo XIX, se describe con otra apariencia, pues Don Martín Pedroso y Pedroso, quien la adquirió de su madre Doña Francisca Pedroso y Herrera cuando esta muere en 1864, vendió, en 1876, a su hermano Don Francisco Pedroso y Pedroso, “una casa de alto y bajo situada en la calle de Cuba número 52, antes del Empedrado número 10, acera del Oeste, entre las calles de O’Reilly y Empedrado a que hace esquina”. Así consta en el Registro de la Propiedad, donde en 1891, se describe igual como una “casa de mampostería y azotea, de alto y bajo con entresuelos”, tal como ha llegado a la actualidad, a pesar del deterioro y las transformaciones.

Entresuelo 3 (Small)Permaneció hasta el siglo XX en manos de la familia Pedroso y sus descendientes. En 1901, Doña María Ana, Isabel, Mercedes y Francisca Pedroso y Martínez, tenían inscrita a sus nombres esta finca a partes iguales, que habían heredado de su tío Don Francisco Pedroso y Pedroso, y además, vivían en la casa. Luego de dividir la comunidad de sus bienes se adjudicó Doña Isabel Pedroso y Martínez el dominio absoluto. Al fallecer esta señora en 1921, obtiene la casa su sobrina Concepción Pedroso y Pedroso, consorte de Don Ernesto B. Desvernine y Galdós, quienes también residen en la casa.
La “Guía-Directorio de la República de Cuba”, en 1924, así lo refleja, como también que algunos de sus locales fueron convirtiéndose en oficinas. En ella radicaban, la University Society Inc. (pianos y editores), el abogado, notario y Representante a la Cámara Enrique Roig, y el insigne Historiador de la Ciudad, Emilio Roig de Leuchsenring, muy joven entonces, desempeñándose como abogado.
En 1928, la imagen del edificio se refería en el Registro… de la siguiente manera: “Su construcción es de 4 pisos, de mampostería, cantería y azotea. Linda con el frente con la calle de Cuba en 14 m, 81, cm; por la izquierda con la calle Empedrado en 27 m, 56 cm; por la derecha con la casa Cuba 54 en 26 m, 59 cm, y por la espalda en 18 m, 62 cm con la casa Empedrado 19, conteniendo dentro de sus linderos una superficie de 430 m² 40 cm. Esta casa tiene además edificada una habitación sobre la casa Empedrado 19.” Curiosamente, esta última también era propiedad de la misma rama familiar. Los Pedroso llegaron a poseer una parte importante de la manzana.

Patio 1 (Small)En 1940, eran sus dueñas Doña María de la Concepción y Doña Dulce María Desvernine y Pedroso, hijas del matrimonio anterior y la quinta generación descendiente de Doña Francisca Pedroso y Herrera. La casa fue tasada en aquel momento en $ 28. 800. Pero alrededor de 1930 la familia al parecer se mudó, ya que en 1932, la “Guía Especial de La Habana”, ubica en esta dirección de Cuba 52, diez bufetes de abogados, cuatro gabinetes de arquitectos e ingenieros, entre los que se encontraba el del prestigioso técnico Abel Fernández Simón, cuatro oficinas de procuradores, una de un maestro de obras y una bodega llamada “El Copey”. En la revista Urbe, de 1952, aparecen domiciliadas en esta casa, Cuba Oceania Transp. Co.; Marina y Cía. Vapor; United Grocery Business, y Héctor Rivero, “Seguros y Fianzas”.
Doña María Francisca Pedroso y Herrera, quien sumó estas propiedades al patrimonio de los Pedroso, estaba casada con su primo hermano Martín Pedroso y Echevarría. Fue la propietaria de dos ingenios en la región de Banaguises, y ambos esposos llegaron a ser importantes productores azucareros en su tiempo. El ingenio San Martín y el Purísima Concepción (Echevarría), eran colindantes, el primero con más de cien caballerías y el segundo con doscientas veintidós. Operaban con cientos de negros esclavos, esclavos alquilados y chinos. Don Martín Pedroso fue, además, Alcalde Ordinario y Gentil-hombre de Cámara de su Majestad con Ejercicio.

Galería de Imágenes

Comentarios