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La visita de Vicentico Valdés a La Habana en 1960

28 de febrero de 2014

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Vicentico ValdésPara los lectores de nuestra sección insertamos hoy en ella datos que corresponden a una entrevista concedida por el cantante cubano Vicentino Valdés al director de  la revista cubana “Show”, el doctor Carlos Palma, quien la publicó en la edición de abril de 1960.
La aludida entrevista apareció bajo el título de “Vicentico Valdés en La Habana pero como simple turista”.

 

Vicentino Valdés, el más popular entre los populares, como le hemos calificado nosotros, que practicamos justicia con imparcialidad, porque disfrutamos del placer de opinar con entera libertad, sin trabas de amiguismos ni de empresas, estuvo varios días en La Habana.
No vino a trabajar en la televisión ni en ningún cabaret exclusivo, pese a que es la atracción cubana más solicitada del momento, porque no se le ofrece lo que realmente vale como intérprete, creador de un estilo personal y de una simpatía enorme en las masas del pueblo.
Al saberse de su permanencia en La Habana lo localizamos en un hotel vedadense, después de una intensa búsqueda, porque entre sus familiares y amigos, que no le dejaban un minuto libre, regresaba casi al romper el alba a su refugio.
Hablamos con Vicentino extensamente, porque lo invitamos a comer en el restaurante Centro Vasco y después a una entrevista a nuestra redacción, donde a la sazón nos aguardaba el pianista y compositor Adolfo Guzmán, lo que constituyó para el cancionero cubano un motivo de honda alegría, porque hacía tiempo no veía al inspirado creador de “No puedo ser feliz”, “Profecía” y “Libre de pecado”, entre otras. Anotamos en nuestra libreta de apuntes algunos datos que consideramos han de ser de manifiesto interés para nuestros lectores.
Vicentino Valdés nació en La Habana, en la calle Espada, en la populosa barriada de Cayo Hueso, notable por sus peloteros y artistas de fama mundial. Lleva 12 años en los Estados Unidos. Se casó hace siete con una ciudadana norteamericana nombrada Ginny, con la que tiene una parejita: Diana, de cinco años y Vicentino de un año. La esposa es natural de la ciudad de Nueva York. Se llevan muy bien en el matrimonio y como que se compenetran a la perfección, la unión parece ser la primera y definitiva del astro criollo. Lleva dieciocho años cantando consecutivamente. Ha trabajado en los cuarenta y ocho estados de la Unión Americana, Venezuela, México, Panamá y Puerto Rico. Es artista exclusivo de los discos Secco, con la que ha hecho más de doscientas grabaciones y cuatro discos de larga duración. Ahora está al terminar otro LP, que, según sus palabras, ha de ser de gran repercusión en el mercado.
Estima Vicentino que su primer éxito en su patria fue “Fidelidad” y “Añorado encuentro”, de Piloto y Vera, siguiéndoles “Piénsalo bien”, de Raúl Díaz, y “Los aretes de la luna”, de José Dolores Quiñones.
Preguntado sobre los números que ha de incorporar al LP que está preparando, nos dijo, que hasta el momento ha seleccionado “Con tus palabras”, de Marta Valdés, autora de la que hace exaltados elogios; “La montaña”, de Algueró; “Estoy loco”, de Javier Vázquez; “Conozco tu historia”, de Mario de Jesús; Algo de ti, de Juan Pablo Miranda, y del compositor argentino Atilio Bruno “Sálvame”. De su plática con Adolfo Guzmán recogimos la noticia de que se lleva la partitura de “Libre de pecado”, para ensayarla de inmediato, letra y melodía que le arrebataron, por lo que será el primer cancionista masculino que interprete esa exquisita inspiración.
Sobre sus planes subrayó que partía a Nueva York para seguir a California, donde cumpliría un contrato por suma astronómica en el Hollywood Paladium, de la Meca del cine.
Al despedirnos, se dibuja en Vicentico, tristeza por no haber podido cantarle en persona a los suyos, que lo adoran, los que continuarán conformándose con escucharlo a través de sus discos.
En todos los sitios que visitamos con él, el público, al reconocerlo, exteriorizaba sus simpatías por ese famoso compatriota, que tiene que visitar La Habana en plan de turista.

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