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La vacuna de la viruela y las lecciones de la erradicación de esta enfermedad

11 de agosto de 2020

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La viruela fue una enfermedad muy mortífera y contagiosa que se convirtió en uno de los más grandes flagelos de la humanidad. Se estima que 300 millones de personas murieron a causa de ella solo en el siglo XX.

Esta virulenta enfermedad, que mataba a un tercio de los que se infectaban, coexistió con los seres humanos durante miles de años. Era muy temida y sus frecuentes brotes estaban favorecidos por la escasa higiene general. La viruela aterrorizaba a las personas, que no solo temían a la muerte, sino también a las secuelas que dejaba, pues muchos sobrevivientes quedaban con cicatrices que les desfiguraban el rostro.

Fue un médico británico nacido en Escocia en 1749 llamado Edward Jenner, a quien se le atribuye el mérito del descubrimiento de la vacuna contra la viruela, aunque para conseguirlo tuvo de transitar un largo camino, no falto de tropiezos e incomprensiones.

El interés por la enfermedad llevó a Jenner a investigar el hecho de que las personas que se hallaban en contacto con vacas y caballos parecían inmunes a la viruela. Así fue que pudo comprobar que se infectaban por una especie de viruela animal que les provocaba unas pocas heridas, por lo general en las manos, con lo que se evitaba la temida deformación del rostro y, posteriormente, parecían ser resistentes a la variedad humana.

Jenner postuló la teoría de que las viruelas bovina, equina y humana eran variantes de la misma enfermedad, pero que, por algún motivo, al pasar a los animales se debilitaba. Para probarla tomó líquido de las pústulas de una mujer con viruela bovina y se lo inyectó a un niño de ocho años. Meses más tarde, inoculó al mismo niño con la temible viruela humana, pudiendo comprobar que el niño era inmune. Continuó experimentando con otros niños, incluyendo su propio hijo de 11 meses, hasta que en 1798 publicó su investigación en la que quedó acuñado el término “vacuna”, proveniente del latin “vacca”.

Aunque con el desarrollo de la vacuna contra la viruela, la vacunación se hizo rutina en muchos países, no fue hasta 180 años después que la enfermedad consiguió erradicarse en todo el planeta. En 1967 la Organización Mundial de la Salud se trazó esa meta a ser cumplida en una década y comenzó en ese año la campaña para lograrlo.

La erradicación de la viruela en todo el mundo dejó una lección muy importante para la actual pandemia de Covid-19. Para combatir una enfermedad no solamente se requiere de las iniciativas científicas, también son necesarios enormes esfuerzos políticos, económicos y sociales para que las campañas de salud sean exitosas, sin pasar por alto lo decisiva que resulta la cooperación internacional en el enfrentamiento de las enfermedades.

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