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La Plaza de la Catedral

27 de noviembre de 2015

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1-plaza de la Catedral, S. XVIII (Small)

Plaza de la Catedral, S. XVIII

 

 

Corría la segunda mitad del siglo XVI cuando diferentes vecinos de la villa de San Cristóbal, hicieron solicitud al cabildo habanero para asentarse en este sitio y construir allí sus moradas. Así comenzó el poblamiento hacia la zona norte, de un lugar que devino después en sitio primordial de la ciudad.
Su nombre primitivo fue Plaza de la Ciénaga, debido a las características anegadizas del terreno donde se ubicó, estaba muy próximo a la “playa de las tortugas” y a la primitiva pescadería y llama la atención que su carácter inicial no fue el religioso precisamente, porque en este espacio abundaban los pescadores que reparaban sus embarcaciones y tejían sus redes. En las primeras décadas del siglo XVII comenzaron las discusiones en cabildo abierto para mejorar su espacio, por ello se llevó a cabo la construcción de un puente de madera que permitiera la comunicación de sus vecinos de un lado a otro de la villa y más tarde, se estudió el empedrado de sus calles con “chinas pelonas”. A pesar de los contratiempos, durante este siglo sus vecinos defendieron la integración de este espacio para que fuera utilizado como plaza pública.

 

Plaza de la Catedral, principios del XX

Plaza de la Catedral, principios del XX

 
Entrado el XVIII se transformó notoriamente y devino en un lugar privilegiado, con el correr del tiempo aquí se concentraron importantes familias que pertenecieron a los grupos más selectos de la sociedad colonial de entonces, convertidos en propietarios de los más dignos palacios que allí se levantaron: los condes de Lombillo, el marqués de Arcos, los marqueses de Aguas Claras, los condes de Casa Bayona, entre otros. El segundo ramal de la Zanja Real desembocó en su espacio en la esquina que aún se conoce por Callejón del Chorro y que señala una lápida conmemorativa.
Cuando el antiguo templo jesuita fue exaltado a Catedral (1748), marcó el colofón del lugar que a partir de entonces se convirtió en Plaza de la Catedral. Los edificios que la rodean dieron un vuelco a la plaza y se transformaron con nuevos pórticos en sus fachadas para hacerle coro, a modo de un gigantesco patio central, quedaron conformados sus cuatro lados, rodeado por esbeltas galerías y portales.

 

3-plaza de la Catedral, hoy

Plaza de la Catedral, hoy

 
Llama la atención la desigualdad del trazado de la plaza, que también se puso de manifiesto en sus edificaciones, dotándolo de mayor atractivo.
La plaza de la Catedral es hito en nuestra ciudad, lugar de obligada visita y escenario de trascendentales acontecimientos culturales y religiosos.

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