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La Meteorología en Cuba, apuntes

6 de noviembre de 2017

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En opinión del escritor Bruno Javier Machado, uno de los precursores de la Meteorología en Las Antillas fue el almirante Cristóbal Colón, quien con un gran  poder de observación pronosticó varias tormentas tropicales.

En 1502, durante sus cuatro viajes a América pronosticó uno de esos eventos, a lo que no hicieron caso las autoridades, y como consecuencia se perdieron varios buques que transportaban oro a España, solo se salvaron las naves de Colón que estaban a buen recaudo.

En 1850 Andrés Poey, hijo del eminente naturalista Felipe, estableció un observatorio particular y realizó esfuerzos para la enseñanza de esta especialidad en Cuba. Trece años más tarde comienza Poey a impartir clases de Meteorología en la Real Universidad Literaria de La Habana.

Un año antes la Sociedad Económica de Amigos del País había inaugurado un observatorio en la calle Dragones esquina a San Nicolás, y desde 1857 existía el del colegio Belén, en Compostela entre Luz y Acosta, en La Habana Vieja, que estuvo bajo la dirección del eminente meteorólogo Benito Viñez, de reconocido prestigio internacional.

En 1889 se creó un observatorio de la Comandancia de Marina en la Lonja del Comercio, y a principios del siglo XX otro en la calle Obispo, perteneciente a la secretaría de Agricultura, Comercio y Trabajo, y en mayo de 1908 se traslada para Casa Blanca, bajo la dirección de Luis García Carbonell, quien fue sustituido a su muerte, por el capitán de corbeta e ingeniero civil José Carlos Millás.

Cuenta Bruno Javier en su libro Casa Blanca, hallé su oscura luz, como entre 1934 y 1937 se le construyeron nuevas edificaciones, y en 1942 pasó a la Marina de Guerra.

En agosto de 1965 el Observatorio Nacional pasa a la Academia de Ciencias de Cuba como Instituto de Meteorología. Hoy es una dependencia del ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.

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