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La Mansión de Maceo en Costa Rica

16 de diciembre de 2013

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Las relaciones históricas entre Cuba y Costa Rica son tan largas y profundas como el Titanic que, aunque descanse en el fondo del mar, existe. Pocas son las páginas cubanas dedicadas al tema a pesar de la profunda huella cubana que se evidencia en la pequeña esmeralda, como calificó Martí a Costa Rica.
José Martí ocupa un lugar en el parque central de San José. El paso del Maestro se recuerda en el pueblo de Orotina con otro busto suyo en el centro de la localidad. En Puntarenas una calle y un liceo llevan el nombre de Martí y una cátedra dedicada al estudio de su vida y obra, funciona en la sede universitaria de la ciudad.
Pero es la figura de Antonio Maceo el símbolo mayor que unen a nuestros dos pueblos. Fue en Costa Rica donde El Titán de Bronce tuvo mayores oportunidades de mostrar su estatura política que para entonces ya tenía alcance regional.
Costa Rica era un país donde predominaba el sentimiento racista. Los descendientes de africanos llegaban como braceros. Estaban limitados a las costas y a las plantaciones bananeras en labores infrahumanas.
Sin embargo, Maceo llega a la nación tica para fundar una colonia agrícola con familias cubanas. Como afirma el historiador costarricense Armando Vargas Araya , Maceo es el primer afro descendiente recibido por un presidente de Costa Rica. Maceo comparte con lo más selecto de la política y la intelectualidad durante los cuatro años que permanece en el país.
Después de sortear todos los obstáculos que presentaron la diplomacia española, los racistas y hasta los opositores del presidente Rodríguez, a Maceo, negro y revolucionario cubano, le concedieron como empresario hasta 15 mil hectáreas de terreno. Esto significa que la colonia ocuparía un área semejante a la que hoy agrupa en La Habana los municipios Plaza, Centro Habana, Cerro y Diez de Octubre juntos.
El centro de la colonia radicó a once kilómetros del pueblo de Nicoya, en la provincia de Guanacaste. Por iniciativa de Maceo se estableció un ingenio azucarero. Además de Antonio, tuvieron tierras sus hermanos José y Tomás. Allí vivió María Cabrales y por un breve tiempo Flor Crombet. El famoso coronel guantanamero, Acid Duverger también trabajó tierra en la colonia cubana. La familia Loynaz desempeñó un papel relevante en la administración a través del padre Enrique Loynaz Arteaga, padre del general y abuelo de nuestra poetiza, Dulce María Loynaz.
Su compromiso con la libertad de Cuba provocó que el general Antonio abandonara la vida de empresario para incorporarse al guerra necesaria que recién había comenzado. Pero en Mansión quedaron muchas familias cubanas. En la actualidad, a lo largo y ancho de la extensa provincia de Guanacaste se han registrado más de 62 descendientes de de cubanos.
Más de un siglo después que las playas de Puerto Limón vieran partir a los hermanos Maceo y Flor Crombet rumbo a la historia, Mansión o Mansión de Maceo, como también se le conoce, es un distrito de Nicoya con 6 mil habitantes. La escuela primara del lugar se llama Antonio Maceo Grajales y en una de las mangas del uniforme sus alumnos llevan la imagen del Titán de Bronce. La estrofa final del himno del plantel dice: “Nuestro ideal es ardiente deseo/ de alcanzar una cima preciosa/ nos protege una sombra gloriosa / bajo el nombre de Antonio Maceo.”

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Comentarios



fiorella chacon zelaya / 22 de diciembre de 2013

yo soy una estidiante de la escuela antonio maceo y grajales en mansion y me parece que durante mucho timpo cuba y costa rica han tenido buenas relacionea y espero que nunca canbie y yoadmiro a marti y tambien a antonio maceo que fue el fundador de mansion.