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La hormiga Tetraponera y las bacterias Strptomyces, una relación amigable

29 de septiembre de 2017

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Hormiga beneficiosa

“La mayoría de los antibióticos de uso clínico
provienen de un grupo de bacterias
llamadas actinomycetes, aisladas hace entre
40 y 80 años, la era de oro
del descubrimiento de los antibióticos”.

 

Un poco de historia

Las bacterias del género Streptomyces pertenecen a Actinomycetes que son un grupo de bacterias Gram positivas que se encuentran mayormente en a tierra, desempeñando un papel importante en la descomposición de la materia orgánica como la celulosa y la quitina. Estas bacterias renuevan las reservas de nutrientes en la tierra y son fundamentales en la formación de humus. Muchas actinobacterias (actinomicetes) se destacan por su capacidad para producir compuestos que tienen características útiles en farmacología.

En 1940, Selman Waksman (Priluki, Ucrania, 1888-Woods Hole, Massachusetts, 1973) descubrió en el suelo las bacterias que producen actinomicina (un grupo de antibióticos polipeptídicos aislados de las bacterias de suelo del género Streptomyces) un descubrimiento que le valió el premio Nobel. Desde entonces, se han descubierto centenares de antibióticos naturales en estos microorganismos terrestres, especialmente en el género Streptomyces.

Las especies del género Streptomyces se caracterizan por poseer un metabolismo secundario complejo.Producen numerosos antibióticos de uso clínico como estreptomicina, ácido clavulánico, neomicina, cloranfenicol, etc. Streptomyces es raramente patógeno, aunque ciertas especies como S. somaliensis y S. sudanensis producen infecciones en los seres humanos, tales como micetoma: enfermedad infecciosa local crónica y progresiva de la piel, de los tejidos subcutáneos y del hueso, que se caracteriza por una tumefacción muchas veces grotesca y desfigurante.

También a partir de ellos, concretamente de S. avermectilis se sintetizó toda una familia de insecticidas: las avermectinas.

“La especie Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) es un microbio inmune a los embatesde este antibiótico. Los pacientes con infecciones ocasionadas por el SARM tienen 64% más posibilidades de morir que otros pacientes afectados por otras infecciones no resistentes”.

La Meticillina, es un antibiótico del grupo de las penicilinas. Fue desarrollado por la compañía Beecham en 1959 y usado para el tratamiento de infecciones causadas por bacterias gram positivas Staphylococcus aureus, pero actualmente no es usado clínicamente. Su papel como antibíotico ha sido ampliamente reemplazado por la flucloxacilina y dicloxacilina, sin embargo el término “Staphylococcus aureus meticilino resistente” (EAMR o SARM) continua siendo usado para describir cepas de Staphylococcus aureus resistentes a penicilina.

Ahora, investigadores de la Universidad de East Anglia, en el Reino Unido, dicen haber encontrado un remedio eficaz paracombatir al SAMR, con la ayuda de un aliado inesperado: la hormiga africana Tetraponera penzigi, pertenciente a Pseudomyrmecinae que es una subfamilia de la familia Formicidae. Esta subfamila es muy pequeña, solo contiene tres géneros que se han especializado en árboles tropicales. Sus especies tienen formas como las avispas, se alimentan en solitario y pican con facilidad, con ojos grandes y patas cortas. Estas especies desarrollan una relación simbiótica con plantas mirmecófitas (son plantas que viven asociadas con una colonia de hormigas y posee órganos especializados donde se guarecen sus hospedantes), entre estas las del género Acacia.

 

¿Cuál es el secreto de estas hormigas?

Parece que todo radica en la alimentación de estos insectos: T. penzigi vive en los árboles dela acacia africana (Acacia tortilis), allí entre sus espinas, construyendo un hábitat denominado domatia, en el que cultivan hongospara alimentarse. Los científicos aislaron de estos hongos unanueva cepa de bacterias actinomycetes, que resultó ser una nueva especie de Streptomyces a la que denominaron Streptomyces formicae (en honor a la hormiga) del cual extrajeron el antibióticoformicamicina.

Aún no se sabe cuándo empezará el periodo de prueba clínica paraesta sustancia, aunque su presencia es requerida de inmediatodado el auge del SARM y de otros microbios que han desarrollado inmunidad a los antibióticos más potentes conocidos.

 

 

Recordemos que…“la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Solo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla.

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