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La hibernación, dormancia, diapausa, estivación, brumación… parecidos, pero no iguales (II)

28 de enero de 2022

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caracoles estivando en tallos de plantas

Caracoles estivando en tallos de plantas

 

Estivación: La estivación se produce como respuesta a condiciones ambientales muy cálidas o en períodos de sequía, por lo que podría considerarse el mismo proceso o muy parecido, pero como respuesta a la situación contraria a la hibernación. Es común en invertebrados como caracoles del género Helix, lombrices de tierra y algunos peces (como el pez pulmonado).

 Brumación: La brumación, muy similar a la hibernación, es un estado de aletargamiento que sufren algunos animales generalmente en épocas frías, o sea, se activa con el frío y la disminución de las horas de luz durante el invierno. Precisamente durante la brumación, el organismo continúa con sus funciones vitales básicas, pero disminuye drásticamente su actividad metabólica para ahorrar energía. Ocurre en reptiles (son ectotermos, regulan su temperatura a partir de la temperatura ambiental). Pueden sufrir subcongelación en la sangre, fluidos o células, lo que les permite sobrevivir ante temperaturas bajo cero. Los reptiles necesitan despertar de su letargo para ingerir agua e incluso, aunque en bajas cantidades, comida. La duración de la brumación dependerá de la ubicación de su hábitat, pasando de meses a unas pocas semanas. Durante la brumación, las serpientes, por ejemplo, experimentan períodos de vigilia cuando salen de su lugar de descanso para hidratarse. No obstante, la alimentación en la brumación no es una regla general, ya que, justamente, durante el invierno escasea el alimento y las funciones del sistema digestivo también se ven deprimidas, por lo tanto, la digestión se vuelve prácticamente imposible.

Entre los animales que bruman se citan:

Rana bermeja (Rana temporaria): se encuentra en Europa y al norte de Asia. Es un anfibio terrestre, pero el estado de brumación lo transcurre en el agua.

Sapo corredor brumando

Sapo corredor brumando

Sapo de espuelas (Pelobates cultripes): su distribución se limita a la Península Ibérica. Suele excavar hoyos de gran profundidad para refugiarse durante la brumación.

Tortuga terrestre chaqueña (Chelonoidis chilensis): es nativa del Bosque Chaqueño en América del Sur. Según la subespecie o la intensidad del frío de la zona que residan, pueden cavar pozos más o menos profundos en la tierra sobre la base de arbustos o bajo la densa vegetación herbácea.

Tortugas de orejas rojas (Trachemys scripta elegans): también conocida como galápago de Florida, habita el sur de Estados Unidos y el norte de México. Al ser una especie acuática, durante la brumación se entierra en el fango del cuerpo de agua que habita.

Serpiente de hocico de cerdo (Heterodon platihirnos): se halla en México y Estados Unidos. Durante el invierno, bruman en profundas madrigueras o debajo de troncos de árboles.

Lagarto overo o tegú argentino (Salvator merianae): es nativo de Argentina. Durante los meses fríos, bruman en madrigueras que ellos mismos construyen o que otros animales han abandonado.

 

Quizás, en este momento, podamos hacer un breve resumen de lo dicho hasta aquí:

  • Tanto hibernación, estivación, diapausa y brumación pueden ser consideradas formando parte de la dormancia.
  • Durante la hibernación los animales no pueden (de forma general) despertarse del estado de letargo, mientras que, en la brumación, si las condiciones térmicas se modifican, los animales pueden salir de dicho estado.
  • En la hibernación los animales sobreviven a partir de las reservas nutricionales que han almacenado antes de comenzar el letargo. No ocurre lo mismo en la brumación, ya que los animales pueden despertarse para ingerir agua y, en algunos casos, alimento.
  • La hibernación ocurre en mamíferos principalmente, mientras que la brumación se da en reptiles y anfibios.
  • Los insectos, entre otros artrópodos, no hibernan como tal, pero pueden pasar a un estado de inactividad general o de letargo que recibe el nombre de diapausa. En la diapausa, que suele darse en invierno, el insecto deja de desarrollarse porque baja su metabolismo.

 

Recordemos que… “La naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Solo hay un modo de que ella perdure: respetarla y servirle.

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