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La electricidad que mata y cura (V)

18 de septiembre de 2017

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La prueba de toda verdad reside,
sencillamente, en su eficacia.

William James

 

Volta y Galvani

 

Los primeros experimentos que se reportan, con corrientes y descargas eléctricas sobre organismos vivos o muertos, datan de fines del siglo XVIII y principios del XIX, cuando el científico italiano Luigi Galvani en Bolonia, Italia, hacía demostraciones para sus alumnos acerca de las propiedades de la electricidad, uno de sus experimentos consistía en aplicar una pequeña corriente eléctrica a la médula espinal de una rana muerta logrando que se produjeran contracciones en las extremidades del animal.

 

Galvani y Volta

 

Galvani descubrió este fenómeno, al disecar una pata de rana, cuando su bisturí tocó accidentalmente un gancho de bronce del que colgaba la pata y esta se contrajo espontáneamente. A través de estos experimentos, Galvani concluyó que existía una “electricidad animal” que movía los músculos de la rana, e invitó a sus colegas a que reprodujeran y confirmaran lo que hizo.

Por su parte Alessandro Volta amigo y colega de Galvani descubrió que la corriente eléctrica aparecía en el contacto de los dos metales diferentes y no necesariamente por la presencia de la pata de la rana; al experimentar solo con materiales inorgánicos concluyó que el origen de la electricidad era químico y el paso de esa corriente era lo que estimulaba el movimiento de la pata de la rana.

Se discutía entonces si los impulsos eléctricos eran los que producían las contracciones en los miembros muertos o si existía una fuente de corriente en los organismos que aún estaban parcialmente vivos.

Las dos interpretaciones trajeron muchas polémicas, y tuvieron por consecuencia que se desarrollara la ciencia y que a la vez surgiera una enemistad entre dos científicos antes muy amigos.

Los trabajos de Volta dieron lugar a la creación de la pila eléctrica, la primera se llamó, como era de esperar: pila de Volta, y sus resultados fueron presentados a la Royal Society, máxima autoridad científica de Inglaterra.

Esta primera pila consistía en pares de discos de zinc y cobre separados por discos de fieltro empapados en salmuera, Volta descubrió que cambiando la cantidad de pares de discos, colocados en serie, se variaba la tensión eléctrica obtenida y si se acoplaban en paralelo aumentaba la duración de la carga.

Ambos científicos están tan entrelazados en la historia a pesar de la enemistad surgida por las discrepancias en las opiniones, al extremo que las baterías eléctricas se denominan indistintamente como pila de Volta o celda galvánica. De Volta por ser su creador y galvánica por el uso variado, reiterado y abundante que hizo Galvani de este dispositivo al que le realizó además algunas modificaciones.

La creación de las pilas permitió realizar muchos experimentos con la electricidad, que hasta entonces solo se obtenía de forma electrostática, entre ellos aplicaciones sobre seres vivos, cadáveres de animales y diferentes sustancias disueltas en las que se producían las más variadas reacciones químicas. Era una herramienta que permitía experimentar con la materia y tratar de aprender de ella.

baterias3

 

Las pilas eléctrica o baterías son en general la forma contemporánea y comercial de la pila de volta o celda galvánica, siendo su principio de funcionamiento en esencia el mismo, una reacción química.

Como en los inicios de las investigaciones se discutía si los impulsos eléctricos eran los que producían las contracciones en los miembros muertos o si existía una fuente de corriente en los organismos que aún estaban parcialmente vivos, las especulaciones acerca de devolverle la vida a los muertos o si las contracciones espontáneas observadas en cadáveres reflejaban que aún había vida, dieron lugar a leyendas y suposiciones fantásticas y terroríficas.

 

FV Frankenstein

Caricatura en la que la criatura de Frankenstein se le da vida con electricidad de un panel solar. Tomado de un anuncio de la revista Home Power

 

Entre estas historias se encuentra la considerada como primera obra de la literatura de ciencia ficción Frankenstein, de Mary Shelley donde en un contexto que mezcla ciencia, fantasía y terror se repiten los experimentos de Galvani, en una creencia o conclusión llamada galvanismo, para lograr la reanimación de cadáveres por medio de descargas eléctricas

El galvanismo planteaba que el cerebro emitía el fluido eléctrico a través de los nervios y hacia que se moviera el resto del cuerpo: con lo que se puso de moda el intento de activar la vida en cadáveres y partes de animales muertos usando la electricidad.

Para crear el personaje del doctor Frankenstein Mary Shelley se inspiró el científico aficionado Andrew Crosse, seguidor del galvanismo, a quien conoció personalmente y que realizaba extravagantes experimentos con cadáveres y electricidad. El propio Crosse le suministró a Mary mucha información acerca de la forma en la que él afirmaba crear vida a partir de la electricidad.

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