La calle O’Reilly

30 de octubre de 2015

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Zenaida Iglesias Sánchez

 

 

Refieren los historiadores, que en la época en que las calles de La Habana eran “meros caminos campesinos”, era la calle “Honda o del Sumidero”, así llamada en épocas remotas, una de las más regulares, tomando en cuenta su trazado.

 

El historiador José María de La Torre la menciona entre las mejores y más concurridas en el siglo XIX, como la de Obispo, ya que en su trayecto se ubicaron también, los más importantes establecimientos comerciales, por lo que se vio muy transitada, además de tomar en cuenta su recorrido de Este a Oeste, desde la Plaza de Armas hasta Monserrate, lugar preferido para los paseos habituales de la población fuera del recinto amurallado, cuando la fortificación protegía el recinto por mar y tierra.

 

Nos dice el mencionado historiador que tomó este nombre porque D. Alejandro O’Reilly, que vino de subdirector de las tropas cuando la restauración de La Habana en 1763, hizo su entrada por esta calle, saliendo el Conde de Albermarle por la de Obispo. Es válido destacar que su hijo, Pedro Pablo O’Reilly y de Las Casas (1768-1832), fue distinguido militar en la ciudad, donde desempeñó como Regidor y Alcalde Mayor Perpetuo de La Habana en 1796 y Alcalde Ordinario de la villa en 1803, quien fue también distinguido con el título de Segundo Conde de O’Reilly.

 

 
Entrado el siglo XX se le llamó Presidente Zayas, en honor al cuarto Presidente de la República (1921-1925), pero su nombre antiguo continuó prevaleciendo hasta nuestros días.

 

Las primeras manzanas que conforman su recorrido, fueron edificadas desde épocas muy tempranas, dado su proximidad al asentamiento definitivo de la villa de San Cristóbal de La Habana, por entonces se levantaron modestas construcciones que se fueron reedificando con el paso de los siglos durante la etapa colonial, en las parcelas de terrenos que ocupaban aquellas desaparecidas, se levantaron otros edificios más modernos a principios del siglo XX.

 

La calle O’Reilly espera pacientemente por los frutos de la restauración, en el presente el eje vial se encuentra en estudios, por lo que prontamente comenzarán a rescatarse los edificios que la conforman en su extenso recorrido, donde se ubican magníficos exponentes de variada tipología, bancos, comercios, hostales, galerías, alcanzando mayor peso la vivienda. Algunos ejemplos puntuales se van observando, con muy buenos proyectos de rehabilitación.