La calle de la Amargura

1 de febrero de 2013

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Zenaida Iglesias Sánchez

Esta calle es considerada por muchos historiadores un “eje vertebral y místico” en la ciudad. A lo lardo de su recorrido se desarrolló el Vía Crucis, peregrinación realizada por los fieles en recordación del martirio de Jesús en la cruz. Esta procesión  partía de la Capilla de la Orden Tercera de San Francisco donde se veneraba una imagen  de Cristo crucificado. Cada tarde de los viernes de Cuaresma en Semana Santa se recorrían las simbólicas catorce estaciones del Vía Crucis  que desde Churruca y Oficios continuaba por toda  la arteria hasta la Plaza del Santo Cristo del Buen Viaje.
Tuvo diferentes nombres en el tiempo, siempre bajo la influencia religiosa que la caracterizó: Se llamó primeramente del Humilladero, porque en los comienzos de la tradición hasta la Ermita de este nombre (después conocida como la Iglesia del Cristo del Buen Viaje) llegaban las procesiones. Se llamó también de las Cruces, por todas estas que se extendían en su recorrido; De las Cruces y del Calvario; y De la Cruz Verde, por la que aún existente en la esquina de Mercaderes y Amargura que corresponde a la Primera Estación; Otros historiadores refieren que es la tercera, tomando en cuenta el recorrido de la procesión. La tradición de persignarse al pasar frente a esta “cruz verde” continuó para algunas personas hasta bien entrado el siglo XX. También se llamó De San Agustín, por la iglesia y convento de este nombre levantada en la esquina de Cuba y Amargura, después conocido como San Francisco el nuevo.
El 29 de Diciembre de 1921  el Ayuntamiento habanero aprobó el cambio de nombre de la calle de la Amargura por el de la benefactora villaclareña Marta Abreu de Estévez. Pero en 1936 el Historiador de La Habana, Dr. Emilio Roig, propuso restituir el antiguo, por lo que volvió a llamarse Amargura.
La procesión penitencial estaba presidida por la imagen del Cristo del Perdón y de la Buena Muerte, que era llevada en andas por los hermanos terciarios a lo largo de toda la vía. Cuentan que la calle se llenaba de gran animación durante la festividad religiosa, dando lugar a diversas manifestaciones de fervor por parte de sus vecinos. En 1808 se realizó por última vez la peregrinación religiosa, al dictar su prohibición el Obispo Espada. Años después las distintas cruces fueron desapareciendo, quedando únicamente la de la esquina de la calle Mercaderes. Otros afirman que se realizó de manera esporádica a partir de 1948, pero lo cierto es que en 1961 tuvo ocasión por última vez.

Se retomó la tradición el Viernes Santo del 25 de Marzo del 2005, saliendo esta procesión de los fieles católicos, desde la actual sede de la congregación de San Salvador de Santa Brígida, frente a la antigua edificación de la Orden Tercera de San Francisco, que otrora sirviera de punto de partida para esta celebración, realizando el acostumbrado recorrido por las calles de Oficio y Amargura. Hasta la fecha se ha continuado realizando cada viernes de cuaresma.