La alopecia en los animales

6 de marzo de 2020

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Josefina Cao López

 

 

La alopecia o calvicie se refiere a la pérdida local o general del pelo, la piel o la lana. Pues sí, los animales pueden quedarse calvos, siendo la verdadera alopecia una calvicie sin otra enfermedad cutánea visible. Aunque en veterinaria, el término alopecia también se asocia a muchos trastornos inflamatorios de la piel.

La alopecia congénita se ha descrito en las vacas, caballos, perros y gatos. En los cerdos, la falta de pelo, generalmente acompaña al bocio congénito en aquellos ejemplares paridos por cerdas con deficiencia de yodo.

La gastroenteritis, las neumonías, las deficiencias dietéticas, las infecciones sobre todo aquellas que ocasionan reacciones febriles o destrucción epitelial, pueden causar alopecia en los animales víctimas de estos trastornos. Desórdenes del tiroides, la hipófisis y las gónadas pueden provocar alopecia, especialmente en los perros.

La gestación avanzada o la lactancia pueden ocasionar pérdida temporal del pelo en caballos, ovejas, y perros.

Otras veces la pérdida localizada del pelo puede ser el resultado de fricción local repetida, aplicación reiterada de sustancias químicas o irritantes, la exposición a los rayos X y la presencia de ectoparásitos. En este último caso, por ejemplo, la sarna como enfermedad cutánea específica puede desembocar en una calvicie.

En los animales, las alopecias pueden ser adquiridas, neurógenas y endocrinas.

En la alopecia adquirida, la pérdida de pelo, generalmente comienza en áreas localizadas de calvicie, que luego pueden aumentar de tamaño, unirse a lesiones adyacentes o permanecer estáticas. En las alopecias neurógena y endocrina, las lesiones están confinadas o muestran un patrón de desarrollo simétrico.

En perros aparece una dermatitis pruriginosa alérgica a la picadura de pulgas, con formación de costras y escamas en el área lumbosacra y miembros posteriores. En el abdomen suelen existir lesiones papulosas. El rascado causado por el prurito, en casos severos, puede originar alopecias en axilas, ingles, cuello y pabellones auriculares. En los gatos aparecen pápulas costrosas en la parte dorsal del cuerpo, que se extienden hacia el cuello y el abdomen, con alopecia secundaria y pelos rotos. También se puede manifestar como alopecia simétrica o como complejo granuloma eosinofílico.

 

Razas de gatos y perros calvos

El gato “Sphynx” fue la primera raza sin pelo o sin pelaje aparente reconocida por las asociaciones felinas. Actualmente son reconocidas tres las razas de gatos pelados o que parecen serlos en alguna etapa de su vida: Peterbald, Sphynx y Don Sphynx.

 

 

Los gatos de la raza “Peterbald” presentan la particularidad de tener diferentes grados de calvicie. Estos pueden ir desde la carencia total de pelos hasta los llamados pelos de cepillo. Entre uno y otro, aparece una variedad de diferentes largos (en mm) de pelo presente. En esta raza, el carácter hereditario de la pérdida del pelo es poligénico dominante. Esto se puede observar en los cachorros heterocigotos que nacen con manto o algún tipo de manto residual que van perdiendo con el transcurso del tiempo comenzando por la coronilla (parte superior de la cabeza), mientras que los cachorros homocigotos nacen totalmente sin pelos.

 

 

Los gatos de la raza Sphynx (gato esfinge) tienen como característica más llamativa la aparente ausencia de pelaje y los genes responsables de su calvicie son recesivos.

La “Don Sphynx”, también conocida como “Don sin pelo”, es otra raza de gato sin pelo, de origen ruso y su calvicie la causa un gen dominante.

 

 

La calvicie aparece en algunas razas de perros. El término “perro sin pelo” se utiliza para aquellos perros que por causas genéticas no presenta pelo en su cuerpo o que lo posee solo en alguna parte de su cuerpo. Esta singularidad que podría haber sido muy perjudicial para la existencia del perro sin embargo hizo que fuera muy apreciado por culturas orientales y americanas, al evitar la molesta muda y hacer más fácil la convivencia dentro del hogar.

 

 

En el Códice Florentino (año 1500), fray Bernadino de Sahagún ya mencionaba a los perros calvos del territorio mexicano, de la siguiente manera:

“Otros perrillos criaban que llamaban xoloitzcuintle que apenitas ningún pelo tenían, y de noche abrigábanlos con mantas para dormir. Estos perros no nacen así sino que de pequeños los untan con resina, que se llama óxitl (“aguarrás”), y con esto se les cae el pelo quedando el cuerpo muy liso. Otros dicen que nacen sin pelo en los pueblos que se llaman Teotlixco y Toztlan.”

Entre otras razas de perro que también presentan calvicie están el “Perro Peruano sin pelo”, también llamado “perro calato” o “viringo” La ausencia de pelo en este perro es consecuencia de una mutación natural de tipo dominante. Los genes dominantes para la calvicie presenta una estructura heterocigótica (dominancia parcial), con lo que en la descendencia entre ejemplares pelones nacerán mayoritariamente perros sin pelo, no obstante, aquellos perros que porten dos genes dominantes no se gestarán ya que este gen en homocigosis es letal.

 

 

El “Perro Pila Argentino” es una raza de perro calva que actúa como animal de compañía. El grado de calvicie varía de un individuo a otro: algunos perros carecen totalmente de pelos a excepción de los bigotes, y otros llegan a tener prominentes penachos de pelo en la cabeza, cola y patas.

 

 

El “Perro Crestado Chino” esta raza calva es pequeña, pesa entre 5 – 7kg y se usa como animal de compañía. La calvicie es provocada por una mutación en el gen foxi3 que es un gen dominante incompleto y letal en homocigosis, es el da lugar a la variedad sin pelo. Además de ser un gen dominante incompleto, el gen sin pelo tiene un efecto prenatal letal. Los cigotos afectados con doble gen sin pelo (25%), no llegan a vivir y se reabsorben, con lo que todos los crestados vivos son heterocigóticos. Se le llama crestado porque portan una cresta de pelos en la cabeza.

Los gatos y perros aparentemente calvos o sin pelaje, lampiños o sin pelos, han aparecido de modo natural a lo largo de la historia y seguramente seguirán apareciendo en el futuro. Las modificaciones en el pelaje son, generalmente, a consecuencia de las mutaciones.

 

Recordemos que…“la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Sólo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla.