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La accesibilidad universal en el Centro Histórico

1 de julio de 2016

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Foto: Misael Vázquez

Foto: Misael Vázquez

 

La Oficina del Historiador de La Ciudad de la Habana, entidad encargada del proceso de rehabilitación en el Centro Histórico la Habana Vieja desarrolla un proceso de carácter integral que incluye acciones constructivas en los inmuebles, pero también la atención a las necesidades de los residentes. Desarrolla hace varios años acciones para fomentar un mejor acceso al patrimonio en el Centro Histórico (resultado de la aplicación y sinergia entre iniciativas de cooperación), potenciando condiciones favorables de accesibilidad a los edificios y entornos urbanos patrimoniales, a la vez que se conjuga el respeto a los valores culturales de los mismos en los procesos de rehabilitación que se ejecutan.
Esta incidencia en la sostenibilidad social incluye programas y proyectos dirigidos a la población infantil, juvenil, la tercera edad, las mujeres y las personas con necesidades especiales. La Oficina del Historiador, interesada en extender el acceso a su patrimonio, a mayor cantidad de personas, ha realizado varias acciones de accesibilidad en el territorio del Centro Histórico la Habana Vieja.
La ejecución de estas acciones fue realizada previo estudio y puesta en marcha de dos proyectos pilotos, así como a través de la inserción del tema en la agenda de la planeación y la gestión, a través del Plan Especial y las Regulaciones Urbanas. El nuevo cuerpo regulatorio incorporó criterios asociados al concepto de “accesibilidad universal”, en lugar de la tradicional filosofía asociada, casi exclusivamente, a la “erradicación de barreras arquitectónicas”.
Se incorporaron criterios y elementos emanados de una serie de talleres informativos y de sensibilización, gracias a lo cual perfiló un enfoque más integral del tema. En el espacio público, se puso énfasis en aspectos como la pavimentación, el tipo de mobiliario, iluminación, señalización, o la forma de mejorar la movilidad en la propia vía pública, especialmente con el tratamiento de aceras o en las plazas y plazuelas históricas.
El Plan Maestro concede a este sensible tema la mayor importancia, consciente de que con su inclusión en los planes y los instrumentos regulatorios, conjuntamente con la puesta en marcha de un programa sistemático de divulgación y capacitación, será posible alcanzar la meta de poder contar, en pocos años, con una ciudad que se enorgullezca tanto de su pasado, como de su capacidad para asumir el reto de hacerla más vivible y solidaria.

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