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Juan de Miralles

29 de mayo de 2015

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indexJuan de Miralles es un personaje del siglo XVIII cuya existencia transcurre primordialmente en tres naciones: España, donde nació; Cuba, porque en ella vivió largo tiempo, y Estados Unidos, pues allí murió.
Su vida es rica en pasajes que lo revelan como un carácter emprendedor para los negocios, servidor fiel de España y admirador de la independencia de las Trece Colonias de Norteamérica.
Nació en la provincia de Alicante, en 1713, y aunque de los primeros años de su vida no abunda la información, se conoce que teniendo 15 años mudó hacia Francia, país de origen de su familia, permaneció allí algún tiempo y después regresó a España. En 1740, fecha por la cual tiene 27 años, Juan de Miralles desembarca en La Habana, donde se casa y establece en el negocio de la exportación de mercancías hacia Cádiz, aunque sus intereses son cada vez más amplios (adquisición de propiedades, compra-venta de navíos, tráfico de mercaderías con las Trece Colonias, contrabando…). Además se involucra fuertemente en el negocio del tráfico de esclavos, que le permite amasar una fortuna considerable, ahondar vínculos con las autoridades coloniales, influir en la actividad política y ser conocido. Su condición de hombre de mundo y el conocimiento de los idiomas inglés y francés le abren puertas y ganan la confianza de las autoridades más influyentes.
Una vez que en 1776 estalla la rebelión de las colonias inglesas de Norteamérica, España acentúa su política de observación de los acontecimientos, acopio de información y análisis de las intenciones inglesas con respecto a las posesiones españolas.
La labor de Miralles se desenvuelve en el terreno de la diplomacia, como “informante” encubierto tras su condición de comerciante, para no ser detectado por las autoridades inglesas. Llega por el puerto de Charleston a inicios de 1778, procedente de La Habana.
Miralles es un ejemplo concreto y relevante del apoyo prestado desde La Habana a la consecución de la independencia de las Trece Colonias. Abasteció de ropas, calzado, alimentos,  encargó al pintor Charles Wilson Peale once retratos de Washington que después envió a sus amistades en Cuba y en la Corte española.
Su deceso en Morristown, New Jersey, el 28 de abril de 1780, a los 67 años, causó conmoción entre sus amigos norteamericanos, que le tributaron un funeral solemne.

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