José Martí y sus consideraciones sobre la Ilíada

7 de julio de 2017

|

Ofelia Sandar Valles

 

 

Acerca de la Ilíada, José Martí se refirió en uno de los trabajos que publicó en la primera edición de la revista La Edad de Oro en julio de 1889.

En relación con el contenido de esta singular obra destacó: “Pero lo hermoso de la Ilíada es aquella manera con que se pinta el mundo, como si lo viera el hombre por primera vez y corriese de un lado para otro llorando de amor, con los brazos levantados, preguntándole al cielo quién puede tanto, y dónde está el creador, y cómo compuso y mantuvo tantas maravillas”.

Martí también expuso su criterio sobre las versiones que existían acerca de si el poema había sido creado por una sola persona o por varias y en torno a esto afirmó: “Unos dicen que lo compuso Homero, el poeta ciego de la barba de rizos, que andaba de pueblo en pueblo contando sus versos al compás de la lira, como hacían las aedas de entonces”.

Y agregó seguidamente: “Otros dicen que no hubo Homero, sino que el poema lo fueron componiendo diferentes cantores. Pero no parece que pueda haber trabajo de muchos en un poema donde no cambia el modo de hablar, ni el de pensar, ni el de hacer los versos, y donde desde el principio hasta el fin se ve tan claro el carácter de cada persona que puede decirse quién es por lo que dice o hace, sin necesidad de verle el nombre.”

Martí detalló igualmente otros elementos que reafirmaban su convicción que sólo un autor había compuesto la Ilíada al añadir: “Ni es fácil que un mismo pueblo tenga muchos poetas que compongan los versos con tanto sentido y música como los de la Ilíada, sin palabras que falten o sobren; ni que todos los diferentes cantores tuvieran el juicio y grandeza de los cantos de Homero, donde parece que es un padre el que habla.”

En este trabajo Martí narró a los niños que en la Ilíada no se contó la historia de toda la guerra de 30 años de Grecia contra Ilión, que era como le decían entonces a Troya, sino lo que pasó en el conflicto cuando los griegos estaban todavía en la llanura asaltando a la ciudad amurallada, y se pelearon por celos los dos más famosos guerreros: Agamenón y Aquiles.

Precisó las características de los más significativos guerreros, tales como Aquiles, Agamenón, Ulises, Néstor y Diomedes.

 

 

Se refirió, además, a algunos aspectos relacionados con las características y las creencias de los griegos.

Y al referirse más adelante a las características estilísticas de esta singular obra resaltó que otra de las hermosuras de la Ilíada era el modo de decir las cosas, sin esas palabras fanfarronas que los poetas usan porque les suena bien, sino con palabras muy pocas y fuertes.

Manifestó que todo lo que se sabe de los primeros tiempos de los griegos, está en la Ilíada.

Martí también resumió la impresión que había sentido al disfrutar esta trascendental obra cuando le señaló a los niños lectores de La Edad de Oro: “Se siente uno como gigante, o como si estuviera en la cumbre de un monte, con el mar sin fin a los pies, cuando lee aquellos versos de la Ilíada, que parecen de letras de piedra.”

Complementó su trabajo con varias ilustraciones, una de Homero, otra de Menelao, otra sobre un combate y un último cuadro en el que se reflejó a los guerreros Diomedes, Ulises, Néstor, Aquiles y Agamenón.

Tanto en este trabajo así como en otros de los materiales incluidos en la primera edición de la revista La Edad de Oro, que circuló en julio de 1889, está presente, de una forma u otra, el tema del héroe.

Y esto se pone de manifiesto desde el primer trabajo incluido en esa edición, el titulado precisamente “Tres Héroes”, en el que reflejó aspectos de la vida y labor de tres destacados luchadores independentistas de América Latina en el siglo XIX.

La ensayista y profesora de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana Elina Miranda Cancela expuso consideraciones en torno al trabajo sobre la Ilíada, de Homero, que José Martí incluyó en la revista La Edad de Oro.

Precisamente en un trabajo que tituló Por qué “La Ilíada, de Homero” en La Edad de Oro, señaló: “Quizás uno de los artículos de La Edad de Oro que más dudas e interrogantes ha suscitado en torno a su objetivo, función, posible lector y logro, sobre todo entre aquellos preocupados por extraer pautas en relación con la literatura destinada a los niños, ha sido la Ilíada, de Homero, al cual, sin embargo, no se ha dedicado, aun por estos autores, más allá de unos cuantos párrafos. Hay quienes, al entenderlo como un resumen, se preguntan si es apropiado ofrecer a los niños una adaptación de una obra maestra; a otros les parece que el niño no puede ser su destinatario inmediato, sino los padres, a fin de que estos comprendan la conveniencia de propiciar a sus hijos la lectura de la obra; no falta quien se extrañe de la propia selección y su carácter único en el conjunto; sin obviar el reparo que hace explícito Herminio Almendros de que “quizás el haber tenido que hacer el resumen en tan poco espacio haya perjudicado el relato,

que resulta así demasiado complejo y confuso, a pesar de la gran soltura y la gracia con que lo construye Martí.

También expuso Elina Miranda Cancela que por supuesto, no han faltado los juicios laudatorios y las opiniones que revelan con delicada sensibilidad la comprensión del propósito martiano.