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José Martí y la trascendencia del arte en la vida de los pueblos

19 de octubre de 2018

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Retrato de José Martí, 1926 Manuel Díaz Salinelo Retrato de José Martí, 1926 Óleo sobre tela 150 x 100 cm Memorial José Martí

Retrato de José Martí, 1926, Manuel Díaz Salinelo, Óleo sobre tela, 150 x 100 cm., Memorial José Martí

 

José Martí afirmó que el amor al arte aquilata el alma y la enardece. Esto lo patentizó en un trabajo en el que hizo sobre Oscar Wilde, material que fue publicado en La Nación, en Buenos Aires, Argentina, el 10 de diciembre de 1882.

También en el citado trabajo aseguró que un bello cuadro, una límpida estatua, un juguete artístico, una linda flor en lindo vaso pone sonrisas en los labios donde morían tal vez pocos momentos antes las lágrimas.

Martí igualmente destacó que en el placer de conocer lo hermoso, que mejora y fortifica está el placer de poseer lo hermoso que nos deja contentos de nosotros mismos.

Martí señaló en un comentario que hizo sobre la obra Alba de Cuba, de Rafael de la Cova, publicado en Patria el 12 de agosto de 1893 que el arte afirma los sentimientos que expresa, los cuales crecen en el alma, de tenerlos siempre delante de los ojos en una forma hermosa.

Él puntualizó que dícese arte, y siéntese la voluntad encadenada a extraña y poderosa fuerza, y levantada la inspiración, y como cumplida una alegría, y regocijada y agradecida una ventura.

Ya años atrás en un trabajo titulado Pilar Belaval, publicado el 5 de marzo de 1876 en El Federalista, en México manifestó: “Arte es huir de lo mezquino, y afirmarse en lo grande, y olvidarse, y enaltecerse y vivir.”

Y en 1890 en un material identificado como Desde el Hudson, publicado en La Nación, de Buenos Aires, en su edición del 23 de febrero, expuso: “¿Qué es el arte, sino el modo más corto de llegar al triunfo de la verdad, y de ponerla a la vez, de manera que perdure y centellee en las mentes y en los corazones?

Martí también hizo alusión acerca de cómo debían ser juzgadas las obras de arte.

En relación con este tema trató en el trabajo titulado La quincuagésima quinta exhibición de la Academia Nacional de Dibujo, publicado en The Hour, en Nueva York, en 1880 en el que afirmó: “Al juzgar obras de arte, hay que considerar el espíritu que las anima y la manera de expresarlo.”

¿Qué pensaba o sentía Martí al visitar una galería, qué experimentaba al hablar con amigos acerca de un cuadro o de la labor de un pintor en específico u otro artista?

En varios de los trabajos publicados por él pueden hallarse respuestas a estas interrogantes porque a través de la palabra escrita dejó constancia de sus impresiones y criterios en relación con el significado de una obra de arte

Por ejemplo en el trabajo que he citado publicado en La Nación resumió la trascendencia que le atribuyó a la creación artística ya que aseguró: “Se siente correr por las venas una sabia nueva cuando se contempla una nueva obra de arte. Es como tener de presente lo venidero.”

Martí igualmente precisó la trascendencia de poder adornar los hogares con obras de arte y lo que ello le podía proporcionar a los ciudadanos desde el punto de vista espiritual.

Al respecto afirmó que alhajar la casa, colgar de cuadros las paredes, gustar de ellos, estimar sus méritos, platicar sus bellezas, son goces nobles que dan valía a la vida, distracción a la mente y alto empleo al espíritu.

Para Martí el arte tiene un mismo elemento y sin saberlo va siempre al mismo objeto, porque, según detalló, parte siempre de los hombres y va siempre a mejorar a los hombres por la emoción sin sentir que mejora.

Esto lo expresó en unos apuntes para los debates sobre el idealismo y el realismo en el arte.

También en esas notas expuso que el arte es personal y a la superioridad del arte personal es a lo que él identificaba o llamaba idealismo

Y aseveró al respecto: “El arte no puede, lo afirmo en términos absolutos, ser realista, pierde lo más bello, lo personal.”

Martí resaltó que el arte es más trascendental cuando es personal y que era eminente principal gloriosamente personal.

De acuerdo a sus consideraciones el arte aviva, agranda y estimula el ojo y ennoblece y da perfección fácil y ansia de toda cultura.

Destacó además que el arte no ha de ser tanto, que resulte artificioso ni tanta la habilidad que se le vea la intriga, porque, según precisó igualmente, el es una forma de respeto, pero cuando se le exagera es una falta de respeto

Y añadió: “El arte es la forma de lo divino, la revelación de lo extraordinario.”

Martí enfatizó que el arte no es un producto aislado de una mente activa, sino el resultado de la común actitud artística en constante ejercicio. Planteó que no es una manifestación exclusiva, sino una condición esencial y seguidamente expuso que el arte debe estar en todo, para que esté en algo

Martí señaló que el arte no es más que la naturaleza creada por el hombre y al resumir su importancia destacó que es como la sal a los alimentos, preserva a las naciones.

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