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José Martí y el primer trabajo de carácter político que publicó

13 de enero de 2017

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Desde la etapa de su adolescencia José Martí refleja en poemas y algunos trabajos periodísticos su amor por Cuba y su adhesión a la lucha por la independencia.

Tenía tan solo 15 años cuando en Cuba se inició la guerra por la independencia el 10 de octubre de 1868 en la zona oriental del territorio cubano.

Poco tiempo después el joven Martí escribió un someto titulado 10 de octubre en el que resaltó que en Cuba se estuviese combatiendo en aras de alcanzar la liberación del dominio colonial español.

Y en enero de 1869 también escribió un trabajo que sale publicado en “El Diablo Cojuelo” en el que al señalar “O Yara ó Madrid”, sintetizó la disyuntiva histórica entre ser un partidario de la lucha iniciada por Carlos Manuel de Céspedes, o convertirse en un seguidor de los dictados de Madrid, la capital de la metrópoli española.

En este periódico Martí también precisa lo que experimentaba al escribir para un público al exponer: “Nunca supe yo lo que era público, ni lo que era escribir para él, más a fe de diablo honrado, aseguro que ahora como antes, nunca tuve tampoco miedo de hacerlo.”

“El Diablo Cojuelo” fue una publicación creada por Fermín Valdés Domínguez aunque sólo circuló una sola vez.

Entre los materiales contenidos en la publicación estuvo un trabajo de fondo y otro más pequeño de Martí. Se editó aprovechando la libertad de imprenta que había establecido por decreto del nueve de enero de 1869 el nuevo Capitán General de Cuba.

Precisamente en el trabajo que publicara, Martí opinó acerca de la supuesta libertad de prensa decretada por el representante de la colonia española en Cuba al exponer: “Esta dichosa libertad de imprenta, que por lo esperada y negada y ahora concedida, llueve sobre mojado, permite que hable usted por los codos de cuanto se le antoje, menos de lo que pica; pero también permite que vaya usted al Juzgado o a la Fiscalía, y de la Fiscalía o el Juzgado lo zambullan a usted en el Morro, por lo que dijo o quiso decir.”

Y además expuso que la denominada libertad de imprenta, no era tan amplia ni permitía que se dijera cuanto se deseaba, ni publicar cuando se oyese.

En el trabajo de Martí reflejado en “El Diablo Cojuelo”, él a través de pequeños diálogos, algunos de ellos llenos de cierta ironía, fustiga al régimen colonial español y a sus representantes en Cuba.

Incluso también criticó la sumisa posición asumida por publicaciones ya establecidas y de gran poder como era el caso de El Diario de la Marina, acerca del cual detalló: “El Diario de la Marina tiene desgracia. Lo que él aconseja por bueno, es justamente lo que todos tenemos por más malo. Y esto lo prueba “El Fosforito”.

“Lo que él vitupera por malo, es justamente lo que tenemos por bueno. Y esto lo pruebo yo. Quería censor, no hay censor. Dijo que la libertad de imprenta traía muchos males. Para él si, para los demás no; porque gana el que escribe, puesto que puede escribir; gana el que imprime, puesto que no hay censura que le arrebate el trabajo, y gana el que lee, porque se nutre de las cosas buenas, y aprende a despreciar las malas. ¡Pobre Diablo!”.

Con el decursar de su existencia José Martí utilizó el periodismo para reflejar el compromiso que tenía con la liberación de su tierra natal y también para tratar diversos temas.

Por ejemplo durante su primera estadía en España, tras haber padecido en Cuba el presidio político y la realización de trabajo forzado y después ser deportado, escribió significativos trabajos en los que reafirmó su adhesión a la lucha por la independencia de Cuba.

Pero su labor más significativa en tal sentido la desarrolló en la etapa final de los años de la década del 80 y principios del lustro siguiente, en el siglo XIX, cuando se dedicó por entero a lograr la reorganización de la guerra por la independencia cubana.

Entonces incluso, exactamente, en 1892, creó y dirigió el periódico Patria que constituyó un vehículo esencial en todo lo referido a la divulgación de las ideas revolucionarias y en el enfrentamiento a los que se oponían a la gesta independentista.

Realmente puede decirse que Martí, al igual que lo había hecho con sus múltiples discursos supo combatir con vehemencia con la utilización de la palabra escrita a favor de la causa de su pueblo.

Y en tal sentido cabe recordar que él le dio un valor muy significativo al empleo de la palabra acerca de la cual llegó a afirmar: “¡Grande es la palabra cuando cabalga en la razón! Penetra entonces más que la más larga espada.”

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