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José Martí y como dio a conocer sus “Versos Sencillos”

3 de diciembre de 2021

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"Cultivo una rosa blanca", 1976 Cosme Proenza Acrílico sobre tela 167 x 66 cm

“Cultivo una rosa blanca”, 1976, Cosme Proenza, Acrílico sobre tela, 167 x 66 cm

 

El 13 de diciembre de 1890 José Martí leyó a un grupo de amigos que se hallaban reunidos con él en Nueva York un grupo de poemas que después serían identificados como Versos Sencillos.

Precisamente acerca de ello él trató  en la parte final de la nota introductoria que apareció reflejada en el libro que en 1891 fuese editado en la ciudad estadounidense donde residía.

Señaló Martí al respecto: “Se imprimen estos versos porque el afecto con que los acogieron, en una noche de poesía y amistad, algunas almas buenas, los ha hecho ya públicos.”

Los Versos Sencillos fueron creados por Martí en 1890  cuando se hallaba en una zona montañosa  cerca de Nueva York reponiéndose de problemas de salud que confrontaba.

En la nota introductoria a esos poemas Martí también precisó: “Me echó el médico al monte; corrían arroyos, y se cerraban las nubes; escribí versos. A veces ruge el mar, y revienta la ola en la noche negra, contra las rocas del castillo ensangrentando; a veces susurra la abeja, merodeando entre las flores.”

En total son 46 poemas los que conforman este libro. Ninguno está identificado con una frase sino con números en forma consecutiva.

La casi totalidad de dichos poemas están estructurados sobre la base de cuartetas. Sólo difieren de esta estructura el número 43 compuesto por tres sextetos y el 45 que es irregular ya que se compone de tres bloques de 14, 15 y 9 versos, respectivamente.

La mayor parte de los Versos Sencillos son pequeños ya que trece están formados por dos cuartetas, otros nueve tienen tres y otros ocho cuentan con cuatro.

El más extenso es el primero que tiene 18 cuartetas. El segundo más extenso es el décimo con 10 cuartetas.

En los Versos Sencillos Martí narra algunas de sus vivencias, recuerda y rinde homenaje a familiares y amigos, expresa su amor por la naturaleza y por su Patria, detalla conceptos muy significativos y refleja el criterio que tenía acerca de la poesía en general y el significado que le atribuía a sus versos.

En la parte inicial del  primero de sus Versos Sencillos,  Martí precisa algo que lo caracterizaba y también en forma simbólica señala a la tierra donde nació al hacer alusión a un árbol significativo de Cuba al patentizar:

Yo soy un hombre sincero  

De donde crece la palma

Uno de los Versos Sencillos de Martí más popularizado es el que hace referencia a la rosa blanca que cultiva y que sería capaz de entregar a un amigo sincero como a alguien que le hiciera daño.

En  ese poema él afirmó:

Cultivo una rosa blanca,

En julio como en enero,

Para el amigo sincero

Que me da su mano franca

Y para el cruel que me arranca

El corazón con que vivo

Cardo ni oruga cultivo:

Cultivo la rosa blanca

El  tema de la amistad igualmente aparece reflejado en otros de sus Versos Sencillos.

Precisamente en la oncena cuarteta del primero de dichos versos  planteó un concepto muy relevante al definir lo que significaba para él tener un amigo.

Expuso:

Si dicen que del joyero

Tome la joya mejor,

Tomo a un amigo sincero

Y pongo a un lado el amor

En relación con la poesía y el valor que le atribuyera a sus creaciones poéticas Martí llegó a exponer consideraciones en sus Versos Sencillos.

Esto se puede apreciar en las cuatro cuartetas que conforman el quinto de sus Versos Sencillos en el que expresó en una de cuyas partes aseguró:

Si ves un monte de espumas,

Es mi verso lo que ves:

Mi verso es un monte, y es

Un abanico de plumas.

Mi verso es como un puñal

Que por el puño echa flor:

Mi verso es un surtidor

Que da un agua de coral

Y otro ejemplo elocuente de esa pasión que experimentara por la poesía  la reflejó en el último de los 46 poemas de su libro Versos Sencillos en el que enfatizó:

Yo te quiero, verso amigo,

Porque cuando siento el pecho

Ya muy cargado y deshecho

Parto la carga contigo

Tú me sufres, tú aposentas

En tu regazo amoroso,

Todo mi amor doloroso,

Todas mis ansias y afrentas.

Tú, porque yo pueda en calma

Amar y hacer bien, consientes

En enturbiar tus corrientes

Con cuanto me agobia el alma

Tú, porque yo cruce fiero

La tierra, y sin odio, y puro,

Te arrastras, pálido y duro,

Mi amoroso compañero.

Éste es uno de los Versos Sencillos más extensos que concibiera Martí puesto que está conformado por 11 cuartetas.

Y precisamente en las dos finales hizo una valoración acerca de cómo los versos siempre lo acompañaban ya que manifestó:

¿Habré, como me aconseja

Un corazón mal nacido,

De dejar en el olvido

A aquel que nunca me deja?

¡Verso, nos hablan de un Dios

Adonde van los difuntos:

Verso, o nos condenan juntos,

O nos salvamos los dos!

El tema de la muerte también está presente en los Versos Sencillos puesto que Martí detalló en uno de dichos poemas:

Yo quiero salir del mundo

Por la puerta natural:

En un carro de hojas verdes

A morir me han de llevar.

No me pongan en los oscuro

A morir como un traidor

¡Yo soy bueno, y como bueno

Moriré de cara al sol!

Y en otro de los Versos Sencillos igualmente afirmó:

Yo quiero, cuando me muera,

Sin patria, pero sin amo,

Tener en mi losa un ramo

De flores, – ¡y una bandera!

 

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