José Antonio Méndez y el filin (II)

29 de marzo de 2013

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Josefina Ortega

Cariñosamente unos le llamaban El Ronco y otros El King.
Integró el trío Xochimilco, y el grupo Loquibambia, compuesto, entre otros, por Frank Emilio, Omara Portuondo, Jorge Mazón y Alberto Menéndez, con el que se presentó en la radioemisora Mil Diez.
Grande artista, en extremo sencillo, conformó el núcleo fundacional del movimiento cubano del filin.
En 1949, invitado por el cantante cubano Pepe Reyes, viaja a México en busca de más oportunidades para ganarse la vida con su arte.
« Habiendo estudiado un poco de guitarra y composición y ya con varias obras suyas a la espalda, -al decir del colega y amigo Vladimir Zamora – José Antonio llega a la capital azteca a comerse el mundo. O sencillamente a crear un círculo de gracia donde le permitan decir sus canciones. Y logra establecerse cantando en clubes, haciendo radio y televisión, grabando discos…»
En México, su segunda patria, el éxito le sonrió.
Sus canciones integraron el repertorio de los más famosos intérpretes. Y en 1955 grabó para la RCA Víctor, su primer LD con canciones suyas y de otros compositores.
De esa época es “Si me comprendieras”, de 1957, que fue un triunfo absoluto en la voz del chileno Lucho Gatica con la orquesta de José Sabre Marroquín. En 1960 José Antonio regresa a Cuba y en 1967 es elegido presidente de la Sociedad Cubana de Autores Musicales.
Durante varias generaciones, su obra es asumida por una amplia variedad de intérpretes como Elena Burque, Moraima Secada, Orlando Vallejo, Vicentico Valdés, Fernando Álvarez, Pacho Alonso, Roberto Sánchez, Pablo Milanés, Omara Portuondo, Lucho Gatica, José José, Manzanero…
Su muerte fue una gran pérdida.
Nos agarró de sorpresa aquella noche de junio de 1989, en un absurdo accidente de tránsito en la popular esquina de 23 y M, en el Vedado, bajo las gomas de un ómnibus que no vio a tiempo.
Se dirigía, como era habitual, al Pico Blanco, en lo alto del hotel St. Johns, a su encuentro con el filin.
Dos noches antes había ofrecido algunas de sus memorables creaciones en la gala dedicada al filin en el Tercer Festival Internacional Boleros de Oro, que se celebraba en La Habana.
Le habían confirmado un próximo viaje a París. Sus boleros y canciones, como siempre, seguían conquistando al mundo…
Una multitud, a pie y en silencio, lo acompañó hasta el cementerio de Colón, donde reposan sus restos.
José Antonio Méndez llevó el filin a los escenarios de América Latina y de Europa, con un estilo natural muy suyo de decir las canciones.
Sus composiciones han recorrido el mundo de habla hispana y más allá de él. Fue autor de canciones tan hermosas como: “Novia mía” La gloria eres tú”, “Si me comprendieras”, “Ese sentimiento que se llama amor”, “Soy tan feliz”, “Mi mejor canción”, “Me faltabas tú”, “Por nuestra cobardía”… También incursionó en la guaracha, como “Cemento, ladrillo y arena” y “Qué jelengue”.
« La palabra filin puede pasar de moda, pero el sentimiento no puede pasar jamás… Todo lo que se haga con gusto, con cubanía, con sentimiento, tiene filin. A aquello que hacíamos algunos se le puso filin para identificarnos. Ahora, la palabra puede pasar de moda, pero no ha sido así con las letras de las canciones, ni con la música. La música siempre se actualiza. Cada momento tiene su sonoridad. Y cada intérprete su estilo»”.