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Inteligente atención temprana

29 de mayo de 2015

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artritisQuizás, como usted es una persona saludable, se niega a admitir que algo anda mal en su cuerpo. Confía en que pronto pasará  y  hasta lo atribuye a “la falta de ejercicios”. Pero, punzante y persistente, el dolor arrecia y cierta rigidez entorpece sus movimientos al sentarse, levantarse, caminar… Entonces comprende que llegó el momento de visitar al médico.
Tras análisis e investigaciones de todo tipo, el especialista diagnosticó la presencia de artritis en su organismo.
El imaginario popular vincula esa enfermedad al envejecimiento. Craso error. No importa la edad o la actividad cotidiana: nada perdona este padecimiento limitante.
El término artritis significa: inflamación de las articulaciones. Se caracteriza por dolor en los puntos de unión de dos huesos, codos, rodillas, caderas, entre otros.
Pero, existen múltiples padecimientos que clasifican con iguales síntomas. Algunos comprometen distintos sistemas del organismo, mientras otros afectan principalmente el tejido musculoesquelético. Resulta significativo que ninguna edad o grupo étnico están exentos de sus diversas manifestaciones clínicas, que en su fase más severa, invalida y llega a ser deformante.
Vale aclarar que hay varios tipos de artritis, pero las más comunes son: reumatoidea y osteoartritis. La primera ocurre cuando hay déficit inmunológico y se afectan las articulaciones, con tendencia a aparecer en manos y pies.
La osteoartritis es más frecuente, incluso hasta en animales vertebrados, incluyendo dinosaurios, aves, osos, ballenas y delfines. En el humano, aparece en rodillas, caderas, columna vertebral, dedos y pies. Esto identifica el origen evolutivo de la enfermedad, pues  se deriva del logro de la postura erguida y del puño prensil.
No obstante, los especialistas opinan que el diagnóstico y tratamiento precoz, retardan o previenen  el daño en las áreas afectadas.
•                     Una investigación científica destacó la importancia de la vigilancia extrema del corazón en los artríticos, pues tiende incrementarse el riesgo de accidentes coronarios. Es conveniente saber que los procesos inflamatorios típicos de  la artritis reumatoide pueden incidir en los niveles de lípidos y llevar a un mayor riesgo de aterosclerosis,-(endurecimiento de las arterias).
•                     Por tanto, se alerta que la atención precoz evita que las articulaciones sufran un daño permanente. Además, se aprende cuáles son los medicamentos ideales, cómo actúan y la forma de tomarlos.

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