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Hotel del Habano “Condes de Villanueva”

8 de noviembre de 2013

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Casa de la calle Mercaderes No. 202 esquina a Lamparilla
Antigua mansión de los condes de Villanueva
Después ciudadela y almacén

El Hotel del Habano “Condes de Villanueva” se destaca a distancia en la esquina formada por las calles Mercaderes y Lamparilla. El proyecto de restauración llevado a cabo por especialistas de la Oficina del Historiador, ofrece al visitante un lugar para el descanso en un ambiente apacible y los amantes del buen tabaco encuentran aquí el confort inesperado.


A don Sebastián Hernández Castellanos se debió la construcción de esta mansión colonial hacia 1714. A mediados del siglo XIX, doña Teresa Ugarte y Risol, condesa viuda de Villanueva y su hijo, don Claudio Martínez de Pinillos y Ugarte, la adquirieron como parte de la herencia quedada al fallecimiento de don Claudio Martínez de Pinillos y Ceballos, segundo Conde de Villanueva. A partir de este momento, la edificación continuó en manos de la sucesión de esta acaudalada familia, en virtud de lo cual y en honor al grato recuerdo de quien fuera destacado Intendente de  Hacienda de La Habana, preocupado por el progreso económico y social de nuestra ciudad y también de su ornato público, el edificio se identificó hasta nuestros días como “la casa de los Condes de Villanueva”. Perteneció al último miembro de esta familia hasta 1889.


En las primeras décadas del siglo XX compró el inmueble la sociedad mercantil “Marina y Compañía”, que pasó a ser posteriormente “Comunidad de Bienes de Ferretería Marina”, domiciliada en el  propio edificio. En 1939 la “Compañía de Créditos y Comercio” lo transformó acorde a sus necesidades, para desempeñar otras funciones que garantizaran el respaldo de sus negocios y acciones. En la década del ‘50 del mismo siglo quedó convertida en vivienda de múltiples familias. Con el tiempo avanzó el grado de deterioro de la edificación. Posteriormente estuvo ocupada por un almacén del Ministerio de Cultura y como tal llegó a los años ‘80.
El edificio adoptó ciertos atributos del estilo barroco imperantes en su época de construcción, tal es el caso del pórtico que delimita la entrada. Se evidencian en su estructura las transformaciones sufridas durante el siglo XIX, cuando se eliminaron algunos de los elementos más antiguos, añadiéndose otros de filiación al estilo neoclásico, como la cornisa y los guardapolvos sobre los ventanales de la planta alta.


El balcón corrido destaca en la fachada y en su interior, la distribución típica de las casonas del XVIII, cuando la vida giraba en torno al patio claustral de grandes proporciones, rodeado de galerías y arcadas, que acentúan su solidez y monumentalidad.
Por haber sido don Claudio Martínez de Pinillos, el Conde de Villanueva, un gran impulsor de la comercialización del tabaco en la isla, la casa, con el nuevo proyecto restaurador, quedó convertida en el hotel del habano en Cuba, llevando el título nobiliario de sus antiguos propietarios.

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