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Homenaje de la Cinemateca de Cuba a Rosina Prado Fernández

16 de noviembre de 2019

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Rosina Prado 2007

 

Cuando el ICAIC atravesaba aquella intensa década fundacional de los sesenta, arribó a La Habana Rosina Prado Fernández, nacida en Cartagena, España, en 1935, pero que vivió gran parte de su vida en Moscú, donde su familia se refugió tras la Guerra Civil Española. Allí descubrió su vocación por el cine y matriculó en el Instituto de Cinematografía (VGIK), donde tuvo entre sus maestros nada menos que al gran cineasta ucraniano Alexandr Dovzhenko, autor de no pocos clásicos. En esos años que la escuela formó toda una generación de cineastas soviéticos, ella rodó su primer documental El ir y venir de los trenes (1961).
Con ese título fue inaugurada la función de homenaje programada el viernes 15 de noviembre por la Cinemateca de Cuba en la sala Charlot, dentro de las conmemoraciones por las seis décadas del ICAIC. Si antes de 1959 solo la asistente Evelia Joffre había logrado filmar el largometraje La rumba en televisión (1950), al fundarse el ICAIC, correspondió a Sara Gómez y Rosina Prado ser las primeras mujeres en incursionar en el nuevo cine cubano. Radicada en la isla desde 1961, bastó a Rosina presentar al ICAIC su documental para que fuera aceptada y, de inmediato, emprende la filmación de un conjunto de cinco obras: Ismaelillo (1962), Palmas cubanas (1963), ¿Qué es lo bello? (1965), La llamada del nido (1966) y El zoológico (1968). A criterio de la Dra. Marisela Perera, estudiosa del quehacer de esta directora y promotora de este agasajo, constituyen «una mirada de matices antropológicos a espacios y temas de la realidad social cubana del momento histórico».
La octogenaria Rosina Prado, reside en su España natal desde 1976, y su producción documental, apenas difundida, es la primera vez que se reúne en una función por parte de la Cinemateca de Cuba. Asistió y ofreció su testimonio sobre sus experiencias al lado de la realizadora, el fotógrafo Julio Simoneau, integrante de su equipo de rodaje. Lástima que ninguna mujer cubana cineasta estuviera presente en este recuento del itinerario de una de sus precursoras.

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