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Harold Gramatges, también en el cine

26 de noviembre de 2018

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Uno de los primeros compositores en colaborar con el nuevo cine cubano surgido en 1959 con la constitución del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos fue Harold Gramatges, pianista, compositor y pedagogo, nacido en Santiago de Cuba hace un siglo, el 26 de noviembre de 1918. Cursó estudios de piano en el Conservatorio Provincial de Oriente y después los amplió en el Conservatorio Municipal de La Habana, donde también estudió armonía, composición, estética e historia de la música, con Amadeo Roldán y José Ardévol. En 1942 viaja a Estado Unidos donde completa su formación.

En 1945, Harold Gramatges funda y dirige la orquesta del Conservatorio Municipal de la Habana, donde ejerció como profesor de armonía, composición, estética e historia de la música. Fue miembro del Grupo de Renovación Musical y presidió desde su fundación en 1951 hasta 1961, la Sociedad Cultural Nuestro Tiempo.

La vivienda, dirigido por Julio García Espinosa, uno de los primeros documentales producidos en 1959 por la Sección de Cine de la Dirección de Cultura del Ejército Rebelde y concluido en el recién creado ICAIC, contó con música de Harold Gramatges. Sus temas acompañan las imágenes tomadas por el fotógrafo Jorge Herrera de las profundas diferencias existentes en lo relativo a las viviendas entre las diferentes clases sociales en la ciudad de La Habana antes del triunfo revolucionario, y la manera en que el nuevo gobierno intenta remediarlas mediante los planes del Instituto Nacional de Ahorro y Vivienda (INAV).

En 1960, Tomás Gutiérrez Alea –como Julio, activo integrante de la Sociedad Cultural Nuestro Tiempo–, llamó a Gramatges para que compusiera la música de «Rebeldes» el segundo cuento de Historias de la Revolución, primer largometraje estrenado por el naciente ICAIC y el primero dirigido por Titón. En la trama, situada en medio de la lucha en la Sierra Maestra, un grupo de rebeldes deben adoptar una decisión importante: abandonar o permanecer junto a un guerrillero herido durante un encuentro con el enemigo para salvar al grupo de la emboscada, lo cual plantea un conflicto de conciencia. Los otros dos relatos («El herido» y «La batalla de Santa Clara»), contaron en la banda sonora con el aporte de Carlos Fariñas y Leo Brower.

Harold Gramatges colabora con el célebre cineasta holandés Joris Ivens en los dos documentales que rueda en 1961 durante su recorrido por la isla a donde fue invitado por la dirección del ICAIC: Cuba, pueblo armado y Carnet de viaje. A continuación se consagra a una fecunda labor pedagógica y en la creación de la Orquesta Sinfónica Nacional. Entre 1961 y 1964 fue embajador de Cuba en Francia.

A su regreso, Enrique Pineda Barnet acude a él para que elabore la partitura de su largometraje documental David (1967). Es un estudio del carácter y la personalidad de Frank País, jefe de la lucha clandestina en el llano, por medio de la utilización de disímiles recursos formales para el que Gramatges compuso una música a tono con la intención experimental.

Su catálogo comprende música sinfónica, de cámara, coral, vocal e incidental para teatro y cine. En 1967 con Sergio Giral en Cimarrón, que plasmó los relatos de un negro esclavo en lucha por su libertad, recogidos por Miguel Barnet en su notorio libro testimonial Biografía de un cimarrón.

El documental Homenaje a la guitarra (1975) realizado por Bernabé Hernández, culmina la obra de Harold Gramatges para nuestro cine. Se detiene en ese instrumento musical y su evolución, así como en la significación para la música popular criolla, para incorporar obras interpretadas por los mejores guitarristas de la isla: Leo Brouwer, Jesús Ortega y Sergio Vitier, entre otros. Múltiples ocupaciones limitaron luego su colaboración.

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