Gusta Fučíková

8 de marzo de 2013

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Leonardo Depestre Catony

Gusta Fučíková  (1903-1987) llegó a La Habana el 18 de marzo de 1972, invitada por la Federación de Mujeres Cubanas. Ocupaba entonces la presidencia del Consejo Checoslovaco de Mujeres. No se trataba de su primera visita —la anterior tuvo lugar en 1961, poco después de la invasión por Playa Girón, por lo que conversó con los combatientes— pero en esta ocasión su presencia alcanzó una mayor resonancia, desarrolló numerosas actividades y fue objeto de importantes reconocimientos.
La Unión de Periodistas de Cuba le entregó la distinción Félix Elmuza y ella a su vez donó un ejemplar del libro entonces recién publicado Mi vida con Julius, que profundiza en el carácter de Julius Fučík en su condición de periodista y de militante comunista.
Hizo un largo recorrido por el país, visitó el Centro Escolar 26 de Julio, la Granjita Siboney y la Gran Piedra, en el extremo oriental de la Isla. En La Habana se la recibió en la Dirección Nacional de Círculos Infantiles, en la Escuela de Campesinas Ana Betancourt, visitó los planes de desarrollo agropecuario, fue recibida en la Secretaría Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas y también en el Comité Central.
Gusta afirmó: “La gente me pregunta a veces si no estoy cansada, y yo les contesto que cuando esto me sucede, me reanima el recuerdo de Julius y entonces me veo impedida a cruzarme de brazos. Siento que Julius no viva, pero considero un deber, de acuerdo con mis responsabilidades, ponerme a la altura de su ejemplo”.
Casada con Fučík en 1938, Augusta Kodeřičová pasó a ser conocida como Gusta Fučíková. En abril de 1942 Fučík, miembro del Partido Comunista checo y redactor del órgano de este, Rudé Právo, fue arrestado en Praga por la Gestapo. Al año siguiente se le trasladó a Alemania y procesó bajo la acusación de alta traición, por lo que se le sentenció a muerte y ejecutó en la horca el 8 de septiembre de 1943, en la prisión de Berlín.
Combatiente también ella en las trincheras de la lucha contra los nazis e internada en un campo de concentración, Gusta reunió cada una de las notas que Fučík escribió y logró sacar de la prisión por diversos conductos. Después de la guerra las publicó en 1947. El libro, titulado en español Reportaje al pie de la horca, se ha traducido a más de 90 idiomas, alcanzó un notable éxito internacional y es un testimonio intenso y revelador de la brutalidad de la represión fascista.