ribbon

Gueorgui Gueorguiev

23 de junio de 2025

|

 

3e50f21067e5a9d5b93b7b6bcc91821d

 

El navegante solitario Gueorgui Gueorguiev, de nacionalidad búlgara, seleccionó a La Habana como punto de partida y de meta para un viaje alrededor del mundo. El capitán Gueorguiev zarpó de la capital cubana el 20 de diciembre de 1976 en el yate Cor Caroly y justamente un año después enfilaba de nuevo, pero de vuelta, por la rada habanera.

Veintitrés mil dieciocho millas náuticas recorrió Gueorguiev en su viaje y muchas aventuras quedaron atrás en su memoria. Algunos de los puntos del itinerario fueron los  siguientes: De La Habana tomó rumbo al Canal de Panamá, después atravesó el Océano Pacífico hasta el cono sur africano, para bordear el Cabo de Buena Esperanza, arribar a Ciudad El Cabo y por último echar el ancla en Cuba, el 20 de diciembre de 1977.

Recién llegado y en magnífica humorada, el navegante declaró así, muy sucintamente:

“El estado del yate y de la tripulación es óptimo”.

Gueorguiev fue recibido por las autoridades cubanas, ocasión en que destacó su mensaje de hermandad entre los pueblos búlgaro y cubano. Su  figura de lobo de mar, barbudo, con gorra y uniforme blanco se hizo familiar por varios días en que la prensa dio los pormenores de su hombrada.

e685f32cd58666da55ee2d76ef3e0

Pocos años después la misma prensa trajo la noticia de la muerte inesperada del  marino a los 50 años, en 1980, en lo que constituyó una dolorosa nueva para cuantos lo conocieron.

Una tarja en bronce situada en la Avenida del Puerto y calle O’Reilly, de la acera del mar, justo donde tienen su parada varios ómnibus capitalinos, testimonia su proeza. Es ese un homenaje sencillo a la hazaña de Gueorgui Gueorguiev y un recuerdo permanente  para cuantos allí se detienen.

Es nuestra opinión que la colocación de tarjas o placas en lugares de significación histórica o cultural de la ciudad, es una excelente manera de rendir tributo y también de estimular el conocimiento ciudadano.

Galería de Imágenes

Comentarios