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Gerardo Diego

29 de marzo de 2013

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Gerardo Diego

Ya casi nadie recuerda la visita que hiciera a la Isla el poeta Gerardo Diego, quien figura entre los representantes de la Generación del 27, junto a Dámaso Alonso, Federico García Lorca, Rafael Alberti…
El suceso tuvo lugar a partir del 4 de diciembre de 1958, fecha de su arribo a La Habana, en momentos ciertamente convulsos dentro del panorama político de la Isla, en medio de un clima de inseguridad y represión castrense.
Llegó invitado por la Academia Cubana de la Lengua —era él miembro de la Real Academia Española desde 1947— y por el Instituto Nacional de Cultura. Su obra publicada era numerosa desde 1920 en que apareció El romancero de la novia, e incluía Versos humanos, Premio Nacional de Literatura 1924-1925; Paisaje con figuras, 1956, también Premio Nacional de Literatura, y Amor solo, 1958, que había ganado el Premio Ciudad de Barcelona seis años antes, entre numerosos poemarios más.
El autor, quien había apoyado al régimen nacionalista durante la Guerra Civil Española y alguna que otra vez loado a los falangistas, era una personalidad eminente de las letras españolas, más allá de las pasiones políticas. A sus 64 años vivió días intensos en Cuba, y fueron varias las conferencias que dictó. El día 5, en el Anfiteatro de Bellas Artes, la titulada “El ritmo en el Poema de Mío Cid”; el 9, “El ritmo en San Juan de la Cruz”; el 11, “El ritmo en Rosalía de Castro”, y el 12, “El ritmo en Gerardo Diego”.
También impartió otras, como ha recogido el investigador Jorge Domingo Cuadriello, sobre Miguel de Cervantes y los poemas de Juan Ramón Jiménez, que tuvieron por sede la propia Academia de la Lengua, el Ateneo de La Habana y el Instituto de Cultura Hispana.
Escribió poesía tradicional, clásica; trabajó el romance, la décima, el soneto. Pero también se incorporó al nuevo arte de vanguardia, y una parte de su poesía revela una audaz carencia de signos de puntuación, incursiona en los temas en apariencia carentes de trascendencia y la disposición arbitraria de los versos.
Nacido en Santander, Cantabria, el 3 de octubre de 1896, se doctoró en Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid, y practicó la docencia en diversos institutos. Ejerció el periodismo, fundó y dirigió publicaciones. Se le confirió el Premio Cervantes en 1979, única ocasión en que el importante galardón se entregó a dos autores, el otro, el argentino Jorge Luis Borges.
Gerardo Diego tuvo una vida larga de 90 años que se extinguió el 8 de julio de 1987 en Madrid.

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