Francisco Cabrera Saavedra
11 de mayo de 2022
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Francisco Cabrera Saavedra tuvo un origen humilde en su natal Santa Cruz de la Palma, Canarias, donde vio la luz el 4 de noviembre de 1850.
A los dos o tres años la familia emigró a Cuba, para establecerse primero en la localidad de Regla, en La Habana, y después en la de Caibarién, Villa Clara, una y otra ribereñas, como si el mar fuera una constante en la vida de aquella familia.
La inteligencia del niño se hizo notar desde los primeros grados y su brillantez fue tal que el ayuntamiento municipal gestionó que se le costearan los estudios en la Escuela Normal de Instrucción de los Padres Escolapios de Guanabacoa, donde se graduó de Maestro Normal en 1868. Siguió adelante: en Estados Unidos realizó estudios mercantiles, regresó a Islas Canarias donde se graduó de bachiller y en la Universidad de Madrid lo hizo de licenciado en Medicina y Cirugía en 1875, todo ello a sus expensas, con el dinero de los premios alcanzados y el repaso escolar a sus compañeros. El joven Francisco revelaba poseer madera para más.
Después retornó a Cuba, donde alcanzó el título de doctor en Medicina y Cirugía en la Universidad de La Habana. En diciembre de 1881 realizó la primera operación exitosa de ovariotomía y años después, en 1887, la primera histerectomía.
Pero hay más, el prestigio del doctor Cabrera se extendió como cirujano abdominal, sus colegas le consultaban y por último se dedicó exclusivamente y por muchos años a la medicina interna, reconociéndosele como la máxima autoridad de la Isla en dicha especialidad.
Se apoyó en los estudios de laboratorio clínico y por indicaciones suyas se crearon prácticas no realizados con anterioridad, también estableció modelos originales en cuanto a los análisis de orina y otros.
Cabrera Saavedra perteneció a la Comisión de Fiebre Amarilla de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana en su condición de urólogo de la Sección de Clínica Experimental. Se le nombró académico de número y de honor de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, miembro fundador y de honor de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana, primer presidente del Colegio Médico de La Habana y presidente de honor del Círculo Médico de Cuba.
En 1925, las sociedades médicas de Cuba le rindieron un homenaje de reconocimiento en la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana por su medio siglo de quehacer profesional. Murió en París el 2 de agosto 1925, a los 74 años
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