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Espacio habanero para rendir homenaje a México

5 de abril de 2013

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La memoria de total fidelidad recuerda a un indito que viajó a La Habana en 1853 y caminó por sus calles donde también encontró pequeños de su nacionalidad en juegos en una zona donde humildes mexicanos buscaban el trabajo que no tenían en su suelo. Aquel hombre bajito pero de gran altura de pensamiento tenía como idea central de su vida la propuesta radical e intransigente del revolucionario Benito Juárez en marcha hacia el futuro con una propuesta definitiva dedicar toda su vida a la verdadera independencia de su patria. Por eso en La Habana Vieja se encuentra enclavada la Casa Museo que lleva su nombre.

El espacio ubicado en la calle Obraría número 158 se rinde tributo al hermano país y de forma muy especial a la huella del indito Juárez reverenciado por el Maestro como un liderazgo y ejemplo que lo igualó a Simón Bolívar, pero además de su heroicidad destacó la enorme humildad de aquel hombre quien nació en San Pablo de Guelatao el 21 de marzo de 1806. Y al que  se le consideró por sus valores bullía más que el bronce en una época en que otros pueblos hermanos como Cuba y Puerto Rico se preparaban para la lucha necesaria por la independencia del poderío europeo en América.

Juárez fue exiliado en Nueva Orleáns donde ejerció entre cubanos que le admiraron  por su humildad y tesón en medio del oficio de tabaquero. Algunos de ellos le auxiliaron después en el traslado de pertrechos para la guerra definitiva por el México independiente que ya ocupaba su mente muchos años antes  y se convirtió en el ideal central de toda su vida.

José Martí llegó en febrero de 1875 a México cuando ya hacía tres años que Juárez había fallecido. Pero entre sus trabajos destacó la altura de aquel muy humilde estadista con clara visión del futuro y la necesidad de la utilidad de alcanzar la independencia verdadera para el futuro de su país y el resto de los pueblos dominados por Europa.

El Maestro estaba enamorado de aquel país donde nació Juárez y el ejemplo que dejó como brillante estela para el futuro. Vale la pena recordar que a lo largo de su obra recordó a la cuna del también conocido como el Benemérito dentro en las disímiles  valoraciones recogidas en sus Obras Completas de 28  volúmenes y en 25 de ellos dejó constancia de su amor por México. Y de forma espacial al defender a los tabaqueros cubanos ante quienes no querían contar con emigrados pobres afirmó  “¡Tabaquero, bandidos, fue el indio Benito Juárez, que echó un imperio al mar, y supo desafiar la pobreza con honor, y reconquistó y aseguró la independencia en su tierra!” (1)

(1) José Martí: Obras Completas vol. II pp 371-372

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