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Ese estrés nuestro de cada día

8 de marzo de 2013

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Cada vez que nos sucede una contrariedad, se nos presenta un obstáculo, nos ponemos en tensión, recibimos muchas informaciones a la vez, tenemos un dolor de cabeza, una enfermedad en la piel, cuando estoy deprimido, si se me esta cayendo el pelo, si me pongo obeso o pierdo libras, cuando tengo problemas estomacales, si no estoy rindiendo como antes en mi trabajo, si padezco de insomnio, incluso en el caso de los hombres, si hay problemas de erección, pues siempre le echamos la culpa al llevado y traído estrés nuestro de cada día.
Entonces todo parece indicar que cada vez que nos suceda algo desagradable, negativo, malo o que vaya en contra de nuestros deseos y aspiraciones, estamos en presencia del estrés. Lo anterior hace que se considere al mismo como algo desagradable y que se debe evitar o erradicar, por todo el daño que puede producir en nuestro estado de salud y en el equilibrio del proceso salud – enfermedad. Se le considera entonces el mayor responsable de todos los problemas físicos y psicológicos y por ello, se consideran como situaciones estresantes todas aquellas que nos pueden provocar tensión y malestar.
Podríamos preguntarnos entonces: ¿Serán ciertas todas estas apreciaciones que hemos compartido con usted hasta este momento? Por supuesto que no, estas apreciaciones no son del todo ciertas, aunque todo apunta  a que todo lo desagradable que nos ocurra se deba al estrés, pero en realidad, podríamos señalar algo que es afirmado por el Dr. Francisco Javier Labrador, un estudioso a profundidad del estrés, “La vida sin estrés sería aburridísima, no habría desarrollo personal ni científico, la especie humana apenas habría evolucionado, en lugar de vivir en una nirvana (bienaventuranza, felicidad, gracia, paraíso, gloria) probablemente habría dejado de existir.
De no existir el estrés, en nada nos emocionaríamos en una discusión de la serie de baseball en el juego final entre Industriales y Villaclara, o por ejemplo, se imagina que en su relación de pareja, ni a usted ni a la otra parte le interese ser cariñoso o no, es esa prevalencia de la indiferencia ante todo, ese “nada me altera ni me preocupa”.
En realidad el estrés no ha de ser algo para rechazar, es importante y útil su presencia en nuestro vivir cada día, porque es parte importante de nuestra vida, como expresara el Dr. Labrador: “El estrés es como la sal de la vida”, claro, aclara inmediatamente, como la sal en los alimentos, tiene que ser a una medida adecuada, porque el exceso de sal nos daña, como también la escasez o ausencia de la misma en el alimento, también lo hace desagradable y poco apetitoso. Esa sal de la vida que es el estrés, es importante su presencia en la cantidad y medida adecuada, y de ello continuaremos comentando mas adelante.
La vida sin estrés puede perder su sentido, y se que le sorprenderá esta ultima afirmación, porque toda la información que recibimos sobre el estrés es negativa, que resulta un enemigo de los seres humanos y que nos puede dañar la salud, pero en realidad, algo de estrés en el vivir cada día puede ser beneficioso, contrariamente, exceso de estrés puede resultar muy perjudicial, sobre todo cuando no estamos entrenados para asumirlo, para enfrentarlo, para auto controlarlo. Entonces, como encontrar la medida exacta y como prevenir no caer en los excesos o situaciones mantenidas de estrés que si pueden dañarnos.
Ahora usted se estará preguntando: ¿Podemos entonces controlar la cantidad de situaciones de estrés que nos puedan afectar? Por supuesto que si, pero de ello estaremos comentando en otro momento.

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