Ernesto Lecuona-Epistolario (XXXVI)
29 de abril de 2016
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En librerías de la capital y provincias cubanas se encuentra a la venta la segunda edición de nuestro libro Ernesto Lecuona: cartas, que, publicada por la editorial Oriente, de Santiago de Cuba, se diera a conocer en la edición de la Feria Internacional del Libro de La Habana 2014
Y para que los lectores de esta sección aprecien el contenido del aludido título, continuamos en De Ayer y de Siempre la inserción de gran parte de las epístolas que integran la aludida obra
Desde su programa de televisión Bar melódico, del Canal 2, el compositor Osvaldo Farrés rindió un homenaje a Ernesto Lecuona el 11 de diciembre de 1956. En esa fecha Alberto Giró opinó en su sección del Diario de la Marina:
Hoy el Bar melódico se vestirá de gala para rendir tributo de admiración y respeto al maestro Ernesto Lecuona, el autor de inolvidables melodías que han paseado en triunfo la música cubana de un confín a otro del mundo. La presencia del maestro en el programa, la escenificación de fragmentos de sus aportes al teatro lírico y de sus producciones más populares, dará al espectáculo del Bar Melódico un rango estelar de primer orden.
No es necesario resaltar la importancia y significación de este homenaje que tributa hoy Osvaldo Farrés y con él nuestro pueblo, a través del Bar melódico; a reserva de un comentario sobre el desarrollo del mismo, enviamos por adelantado a Farrés nuestra felicitación por la brillante iniciativa que cumplimenta el precepto martiano de “Honrar, honra”.
Horas antes del inicio de la transmisión, Gonzalo Roig hizo llegar una carta a Farrés, a quien felicitaba por tal iniciativa:
Sr. Osvaldo Farrés
Presente
Muy querido amigo:
Tú que siempre estás dispuesto a romper una lanza en pro de un amigo o de alguna persona de valor en nuestro país; tú, que te molestas acudiendo a cualquier homenaje que se le rinda a un compatriota, ofreces uno hoy, a una figura cumbre de la música universal, al inmenso y extraordinario genio musical de todos los tiempos: a Ernesto Lecuona.
Como a él tampoco les son indiferentes ni extraños cualquier dolor, alegría, triunfo o derrota de cualesquiera de sus múltiples amigos y, sobre todo, de sus compañeros de arte, y siente profundamente, como suyos, los triunfos ajenos, es que deseo ser de los primeros en felicitarlo entusiastamente, a través de estas pobres líneas, por tan merecido como oportuno homenaje, ya que, en justicia, se estará homenajeando, en esta noche, a la más cimera y sabia representación del arte de la música, en Cuba.
Déjame felicitarte a ti también, querido Farrés, por tu acertada selección de esta noche, y llévale al Gran Maestro la expresión entusiasta y respetuosa, a la vez, de mi grande y profunda admiración.
Te abraza,
Gonzalo Roig y Lobo
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