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Ernesto Lecuona-Epistolario (XXVII)

26 de febrero de 2016

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Ernesto Lecuona anate el piano

 

En librerías de la capital y provincias cubanas se encuentra a la venta la segunda edición de nuestro libro Ernesto Lecuona: cartas, que, publicada por la editorial Oriente, de Santiago de Cuba, se diera a conocer en la más reciente edición de la Feria Internacional del Libro de La Habana.
Y para que los lectores de esta sección aprecien el contenido del aludido título, continuamos en De Ayer y de Siempre la inserción de gran parte de las epístolas que integran la aludida obra.

El 30 de abril de 1949 Ernesto Lecuona escribió en La Habana la anunciada carta que enviaría a Berenece Kazounoff a través de Herbert Marks:

 

Miss Berenece Kazounoff
New York, City

 

Mi querida amiga:
Por conducto de Mr. Herbert Marks le envío esta carta en contestación de sus cartas dirigidas a mí.
Siento muchísimo que usted haya arreglado (según dice usted) alguna cosa, en principio, en relación con la tournée de conciertos; pero, mi buena amiga Berenece, usted ha olvidado que nada he autorizado yo a usted, ni usted y yo hemos arreglado un nuevo contrato que sustituyera aquel contrato del año 1948 que usted no pudo cumplirme.
Si yo no la he autorizado para nada sobre esa tournée de conciertos, no me explico cómo usted da a entender en sus cartas dirigidas a mí últimamente que ya tiene arreglado “esto y lo otro” y me envía copias de telegramas de la ciudad de Chicago.
Es muy particular, muy extraño, que usted no quiso arreglarme en mis conciertos pasados –en los que perdí más de ocho mil dólares, y usted no perdió ni un níquel– esa ciudad de Chicago, después de decirme en sus cartas y por teléfono que la tenía arreglada, y sea ahora, precisamente, la ciudad de Chicago la que ya usted tiene precipitadamente arreglada con fecha exacta y todo, sin autorización mía.
Me parece, querida amiga Berenece, que usted se ha adelantado a mis deseos, y ha procedido con demasiada precipitación.
Entre usted y yo no existe compromiso firmado para la celebración de esa tournée de conciertos, y sí existen varias cartas mías dirigidas a Mr. Herbert Marks, haciéndole saber a usted que no tenía ningún interés en esa tournée de conciertos porque mis propósitos eran los de ir este año a Buenos Aires y a España por asuntos particulares.
Además, como amigo suyo que soy –aunque usted lo dude–, le hacía ver las dificultades económicas que usted tendría con la tournée y los gastos y compromisos que le traería llevar artistas cubanos, etc., etc.
En fin, querida amiga, siento mucho que usted haya tomado una determinación que yo no autoricé en ningún momento, y que usted ahora quiera hacer ver lo que precisamente no es; entre usted y yo no existe ningún compromiso firmado para esa tournée de este año 1949.
Quiero que tome esta carta como una explicación mía hacia usted. Y que usted ponga las cosas en su justo lugar.
Sin oto asunto, quedo de usted, como siempre, afmo. amigo
Ernesto Lecuona

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