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Ernesto Lecuona-Epistolario (XLVIII)

29 de julio de 2016

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El maestro Leo Brouwer (Small)

El maestro Leo Brouwer

 

En librerías de la capital y provincias cubanas se encuentra a la venta la segunda edición de nuestro libro Ernesto Lecuona: cartas, publicada por la editorial Oriente, de Santiago de Cuba.Y para que los lectores de esta sección aprecien el contenido del aludido título, continuamos en De Ayer y de Siempre la inserción de gran parte de las epístolas que integran la aludida obra.

 

Herbert Marks, presidente de la firma editorial Edward B. Marks Music Corporation, escribió a Ernesto Lecuona el 27 de abril de 1959, desde Nueva York, para puntualizar algunos proyectos comunes en los restantes meses de ese año.

 

Sr. Ernesto Lecuona

/ Pedrito Fernández

Avenida 37 # 3615

Marianao, La Habana, Cuba

 

Mi querido Ernesto:

 

Ya me dijo el sr. [Felix] Greissle que le escribió en relación con su sobrino Leo Brouwer. Creo que él tiene razón al informarle que la aplicación tiene que ser enviada, como de costumbre, por conducto del decano Mark Schubart. Después de hacerse la aplicación, puede estar seguro de que yo me pondré en contacto tanto con el Sr. Schubart como con Bill Schuman, presidente de la Juilliard, a quien tengo el gusto de conocer desde hace muchos años.

Con respecto a Vera Lynn, estoy de acuerdo con Ud. que canta muy bonito. Aunque ha grabado canciones de nuestro repertorio, nunca a mi entender grabó algo suyo.

Por separado, se le enviaron listas de todos los discos que se han grabado de composiciones suyas, desde el 1º de enero de 1959, y también de sus obras que se han editado últimamente.

Aunque no he visto a John Sperry en persona, nos hemos comunicado por teléfono.

En lo que se refiere a su festival, puedo decirle que no se quedará como proyecto solamente. Ya tenemos un comité trabajando, tratando los diferentes aspectos del festival y puede estar seguro que dicho festival será algo bien importante, como lo demanda la ocasión. Ya le escribiré más sobre este asunto.

Con cariñosos recuerdos de todos y hasta mi próxima, quedo como siempre,

 

Abrazos,

 

Herberto

 

  1. S. Esta carta fue escrita la semana pasada y se demoró, primero, por tener que ser traducida; segundo, por el hecho que no me he sentido bien y he tenido que quedarme en casa sin poder ir a la oficina.

Me da gusto poder informarle que hay un punto focal alrededor del cual podemos efectuar un Festival de Ernesto Lecuona. Nos han dado una promesa definitiva, si es que Ud. lo desea, de presentarlo en el Ed Sullivan Television Show, posiblemente el día 18 de octubre. Nos urge saber si Ud. podría estar aquí en tal fecha, naturalmente, si su salud se lo permite, y espero de todo corazón que así sea. Ud. ejecutará algunas de sus composiciones en dicho show que sigue siendo el más popular en la televisión. Naturalmente, no queremos comprometernos con los dueños del show hasta no recibir su contestación, repito, si Ud. cree que su salud se lo permite. Para poder conseguir tal presentación se tuvo que hacer por medio de un representante, al cual, indudablemente, se le tendrá que pagar una comisión por su trabajo. Pero más sobre este asunto cuando regrese a la oficina.

Estamos preparando un proyecto de publicidad que consiste en un álbum instrumental grabado con obras del compositor americano Bernie Wayne. El mismo compositor es el que está pagando la mayor parte de los gastos. En el forro del álbum se imprimirá una breve referencia a cada composición. Yo le agradecería que nos diera el permiso, como ya lo han hecho varios otros músicos y compositores, para incluir una descripción de una de las composiciones, en este caso Rhapsodero, firmada por usted. Aquí podrá ver lo que dirá la referencia:

Aunque nunca he conocido al Sr. Wayne, he seguido su carrera con gran interés en los últimos años, ya que él, con su música latina, resulta verdaderamente «simpático». Rhapsodero es un trabajo extraordinariamente emocionante, que arrebata al transmitir el sabor del ruedo en la plaza de toros.

Desde el primer y electrizante momento en que oímos el estridente llamado de la trompeta para iniciar la corrida, ya nos encontramos en la plaza de toros, donde el torero, serenamente, deja pasar a su lado la muerte. Wayne ha captado todo esto: la salida del escudero, la excitación, la belleza exterior de España. Todo ello está allí en Rhapsodero. ¡Olé!

Tenga la bondad, Ernesto, de hacer cualquier cambio que desee. Le adjunto la parte de piano de la composición y usted podrá oírla en un LP que le mandé grabado por Richard Hayman y que se llama Havana in Hi Fi.

Antes de ser impreso el texto, le enviaré de nuevo una copia para que la revise, pero sí me gustaría saber lo más pronto posible si nos dará el permiso para usar su nombre.

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