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Empleo de plantas con efecto analgésico

2 de noviembre de 2021

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Las enfermedades reumáticas están entre las principales causas de atención médica de la población en la edad adulta. La característica común de estas enfermedades es que comienzan o terminan afectando a alguna parte del aparato locomotor y aunque los síntomas son muy diversos, estos pueden ocasionar desde molestias esporádicas hasta dolor crónico e inflamación.

Por esta causa, es común en estas patologías el empleo de medicamentos analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos. Sin embargo, frente al recurso de los medicamentos convencionales para combatir el dolor y la inflamación, las plantas medicinales pueden ser una buena alternativa o, cuando menos, un buen apoyo.

La incorporación y utilización de las plantas medicinales en el tratamiento de diversas reacciones inflamatorias, en particular el reumatismo, son prácticas comunes en la medicina tradicional.

Actualmente estas sustancias antiinflamatorias de origen vegetal presentan un interés renovado, ya que, además de haberse demostrado su eficacia, ofrecen en algunos casos ventajas en relación a los antiinflamatorios clásicos como su baja incidencia de efectos secundarios.

Entre las drogas vegetales utilizadas tradicionalmente en el tratamiento de patologías reumáticas se encuentra la corteza de sauce, o salicilis cortex, según su denominación científica.

La misma se obtiene de diversas especies del género salix conocidas como salicáceas. Contiene hasta un 11% de derivados salicílicos tales como salicina o salicósido, salicortina, tremulacina y salirrepósido, los cuales son compuestos que actúan como profármacos, ya que gracias a la acción de las enzimas estearasas y el pH básico intestinal, se hidrolizan a salicina, que al metabolizarse en el tubo digestivo da lugar a la formación de ácido salicílico, que es propiamente el principio activo responsable de la acción analgésica, antipirética y antiinflamatoria.

La corteza de sauce se utiliza como antirreumático en dolores de origen inflamatorio, cefaleas leves y en estados febriles, gripe y resfriados. Se usa en forma de droga pulverizada, infusión, decocción, extracto fluido o seco, o tintura. La dosis recomendada es de 60 a 120 mg de salicósido al día, lo cual corresponde a 6 a 12 g de corteza.

El uso de la corteza de sauce está contraindicado en caso de hipersensibilidad a los salicilatos, úlcera péptica y gastritis. Tampoco debe usarse durante el embarazo debido a la posibilidad de inducir abortos espontáneos o partos prematuros. Ni en la lactancia, ya que los salicilatos pueden acceder a la leche y producir efectos adversos en el lactante. En niños pequeños no debe usarse debido a la posible relación de los salicilatos con el síndrome de reye.

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