Emisión cubana muestra las siete nuevas maravillas

21 de diciembre de 2017

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Las Siete Nuevas Maravillas, se denomina esta emisión postal, puesta en circulación por Correos de Cuba, donde se muestran grandes obras del patrimonio universal.

El sello con el valor facial de 10 centavos muestra la Gran Muralla China, le sigue el timbre de 15 centavos donde se aprecia un detalle de la Ciudad de Petra y a continuación la estampilla de 75 centavos caracterizada por el Coliseo de Roma.

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El Cristo Redentor de Corcovado, en Río de Janeiro, Brasil, es la propuesta del timbre de 20 centavos, para continuar con la estampilla de 85 centavos donde se destaca el monumental palacio del Tajmahal en la India.

El valor de 40 centavos nos regala una imponente imagen de la ciudad de Machu Pichu en la región andina del Perú, para terminar con la pirámide de Chichenitza en Yucatán, México.

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La impresión se realizó en papel cromo por el sistema OFF-SET, en formato vertical con las medidas 48 por 31 milímetros y perforación 12 y medio. Circula a partir del 16 de agosto de 2007.

Las Clasificaciones de los Sellos de Correos

Comenzamos con las restampaciones o reimpresiones.

Se distinguen dos categorías, las oficiales, dispuestas por las propias administraciones postales que han emitido los sellos originales y las ejecutadas por particulares que obtuvieron las planchas.

En la mayoría de los casos difieren de las tiradas originales por determinadas circunstancias comprensibles que pueden ser el deterioro de la tirada original, el papel y la goma distintos, un dentado diferente y desigualdades en el color.

Las restampaciones se originan por decisión de las administraciones postales o entidades privadas, debido a una manifestación histórico-filatélica o por razones de política administrativa postal, es decir, para hacer frente al despacho del correo cuando una serie ordinaria se agota.

Veamos, ahora, qué son los sellos fuera de curso.

Como las monedas, los sellos quedan fuera de circulación, cuando esto sucede, por decisión de la Administración Postal del Estado que los emite, los ejemplares ya no tienen valor para la tasa de porteo, pues una vez que cesa el valor postal, continúa, la escalada en los valores filatélicos.

Durante los primeros años de los sellos de correos, la escasez de estampillas de bajo valor facial origina los sellos fraccionados o bisectados.

Estos fraccionamientos, realizados por funcionarios de las oficinas postales, han originado una importante colección filatélica conocida como selección de sellos fraccionados o bisectados.

Se trata de ejemplares que fueron cortados por la mitad o en forma diagonal y en ocasiones en cuatro partes o en tiras verticales que se usaron para el franqueo de la correspondencia o su completamiento.

Curiosidades de la Filatelia

Existen unos sellos de correos emitidos por el Reino de Buthán en 1973 que consisten en discos de acetato que se pueden escuchar en un tocadiscos de 78 RPM. los que contienen música folclórica y tradicional del remoto país asiático.

En 1883 se imprimió en la parte posterior de los sellos de los Estados Unidos una leyenda que decía textualmente, no lama la estampilla.

Esto se debió a que la goma era altamente tóxica al extremo de causar síntomas de envenenamiento, sin embargo, como algunas personas que usaron las estampillas de marras, no sabían leer, murieron envenenadas.

La imagen de la reina Victoria apareció en las estampillas postales de su nación, el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, durante 60 años que la convierte en la monarca de mayor permanencia en los sellos de su país.

A propósito de la Reina Victoria, el primer sello postal del mundo, el penny black, emitido por la Gran Bretaña en 1840, con su rostro, tuvo una tirada de 68’158,080 ejemplares.

El sello más grande del planeta fue emitido por las Islas Marshall con el valor facial de 75 centavos de dólar, el 30 de octubre de 1979, impreso en formato horizontal con las medidas 6,3 por 4,33 pulgadas.

Mientras que la estampilla más pequeña del mundo, hasta ahora, le correspondió al Estado de Bolívar en Colombia, entre 1863 y 1866, mide 0,31 por 0,37 pulgadas.

Las Agencias Postales Inglesas en Cuba. Final

En 1868 y en virtud de un contrato concertado entre el Royal Mail Service –Correo inglés– y la compañía naviera española Vapores Correos de las Antillas, se obligó a la admisión de un empleado para recoger la correspondencia que le fuera entregada en sus barcos para ser reencaminada en la oficina postal inglesa de la isla caribeña de Saint Thomas.

Por este servicio se debía cobrar la tarifa vigente por adelantado e imponérsele, por el mencionado dependiente, el cuño de fecha con la leyenda SPANISH MAIL PACKET y el cancelador D-26 que identificaba a esta oficina de correos inglesa ambulante.

Es oportuno recordar que en 1865 comenzó el uso de sellos de correos ingleses para cubrir el franqueo, los que se inutilizaban con canceladores que en la nomenclatura inglesa correspondían a las siguientes claves, C-58 a La Habana y C-88 a Santiago de Cuba, a los que se agregaban los cuños de fecha de expedición.

Las Agencias Postales Inglesas en Cuba, desde sus inicios, tuvieron un carácter fiscalizador con el fin de controlar y chequear la correspondencia que entraba y salía de la Isla.

Así se detectaba, por parte de los ingleses, cualquier violación o incumplimiento del convenio firmado entre Inglaterra y España suprimiendo la trata de negros que puso fin a la esclavitud.

Sin embargo, en barcos españoles continuaba, clandestinamente, el tráfico de negros procedente de África, burlando la vigilancia de los ingleses.

Esta situación originó más de un incidente en el puerto de La Habana por la tenencia y custodia de las valijas y bolsos con las correspondencia, que el Cónsul inglés David Turbull se negó a entregar a las autoridades españolas en varias ocasiones.

Las Agencias Postales Inglesas mantuvieron su vigencia hasta 1877 cuando fue fundada la Unión Postal Universal que unificó la manipulación del correo entre todos los países miembros, entre ellos Cuba, que ingresó en dicho organismo internacional como colonia de España.

Así concluye Las Agencias Postales Inglesas en Cuba, un capìtulo de la Historia Postal de la mayor de las Antillas.