El Cine Cubano también en los sellos de Correos

4 de febrero de 2020

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La cinematografía cubana celebra este año el aniversario 60 de su fundación con un amplio programa que incluye estrenos de nuevos filmes nacionales, conferencias, festivales, presentación de libros acerca del 7mo. Arte, entrega de premios y homenajes a fundadores del Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográficos –ICAIC-.

Este fue el primer organismo cultural creado después del triunfo de la Revolución, el 24 de marzo de 1959, mediante un Decreto-Ley, cuyo primer presidente fue el destacado intelectual Alfredo Guevara.

En las emisiones cubanas encontramos algunas dedicadas al cine y sus estrellas, pero a juicio nuestro la más significativa es la que conmemora al aniversario 50 del ICAIC que consta de nueve estampillas y una hoja souvenir que muestran emblemáticas producciones cubanas que marcaron hitos en la historia de nuestra pantalla grande.

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Nos referimos a la Bella del Alhambra, dirigida por Enrique Pineda Barnet, Lucía, del realizador Humberto Solás, Reina y Rey, del director Julio García Espinosa y La Primera carga al machete, dirigida por Manuel Octavio Gómez.

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Se agregan Retrato de Teresa, del director Pastor Vega, Elpidio Valdés, personaje de los dibujos animados creado por el director Juan Padrón, El hombre de Maisinicú, filme que dirigió Manuel Pérez y Clandestinos, dirigida por Fernando Pérez, además de un sello dedicado al Noticiero ICAIC Latinoamericano, así como a su director y fundador Santiago Álvarez cuyo centenario estamos recordando.

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En la hoja souvenir se evocan dos iconos del 7º Arte cubano, Memorias del subdesarrollo, dirigida por Tomás Gutiérrez Alea y Fresa y chocolate, codirigida por el propio Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío.

La impresión se realizó en papel cromo por el sistema OFF-SET, en formato horizontal con las medidas 48 por 31 milímetros y perforación 12.5, circula a partir del 24 de marzo de 2009.

Consejos útiles

Una vez que el filatelista ha definido el tema, el título y el plan de la colección, ya con una buena cantidad de material filatélico en mano, está en condiciones de comenzar el montaje de su colección.

La armonía y el balance que el filatelista sea capaz de lograr entre los sellos, los documentos, los textos y las hojas, determinarán el éxito o el fracaso de la colección.

Ahora bien, si el filatelista piensa montar su colección con el único objetivo de que se convierta en una forma de emplear el tiempo libre y para su propia satisfacción, no hay por qué atenerse a otras reglas como no sean sus gustos personales, porque será él, únicamente, quien la critique y la juzgue.

Como es lógico pensar el mayor interés de no pocos filatelistas es exponer sus colecciones y obtener buenas puntuaciones en actividades competitivas.

Por esta razón es necesario ajustarse a las normas que rigen las exposiciones, basadas en largos años de experiencia y en la uniformidad de criterios internacionalmente aceptados.

En primer lugar, es oportuno aclarar que es materialmente imposible armar una colección extensa y de calidad en poco tiempo.

Esto se logra con los años y no es de extrañar que en la medida que el filatelista vaya adquiriendo nuevos y más valiosos materiales tendrá que efectuar modificaciones sustanciales a su colección, hasta se da el caso que en ocasiones haya que montarla de nuevo, luego de cierto tiempo.

Curiosidades de la Filatelia

El sello con el valor facial más alto del mundo, conocido hasta ahora, fue emitido por los Estados Unidos de América por la suma de 100 mil dólares para las transferencias de papel accionario entre 1952 y 1958.

Por su parte, el sello con menor denominación fue emitido por Hungría en 1946 equivalente a 3,000 pengos.

El dodo es un ave muy fea y de lento andar que no podía volar por tener unas alas muy rudimentarias para su peso y tamaño.

Su existencia solo se conocía en la isla de Mauricio, situada en el océano Indico, a unas 550 millas al este de Madagascar.

Cuando los holandeses se establecieron en la isla, en 1644, se tomaron tal empeño en acabar con los dodos que al cabo de cincuenta años la especie estaba totalmente extinguida, de ahí la frase tan muerto como el dodo.

Pues bien, en 1949, la Administración Postal de la isla de Mauricio, entonces colonia británica, puso en circulación una serie de 15 valores para conmemorar el aniversario 75 de la fundación de la Unión Postal Universal –UPU–.

El valor de 12 centavos de esta serie conmemorativa muestra un dodo junto a un mapa de la isla de Mauricio.

El error de esta estampilla consiste en que el diseñador situó dicha isla en el mapa en la latitud de 21º cuando en realidad 20º es la latitud correcta.

Historia del Correo Aéreo en Cuba. Continuación

Luego de su regreso a La Habana, después del recorrido que efectuó por toda la Isla a bordo de su hidroavión, Agustín Parlá en unión de los aviadores norteamericanos Fred Kelly y Liman B. Lockwood realizó la primera demostración de vuelo nocturno con arriesgadas exhibiciones de fuegos artificiales.

Por otra parte, Parlá mostró su capacidad en el orden administrativo organizando, desde su cargo de administrador de la Compañía Curtiss, el primer transporte aéreo de mercancías y correspondencia.

Fue Agustín Parlá un precursor de la aviación en Cuba en todos sus aspectos.

Poco después de colaborar en la organización del Primer Tren Aéreo Internacional, del 14 al 19 de mayo de 1935, Parla fue nombrado Inspector General de Aeropuertos.

A pesar de haber ejercido el cargo con honestidad, Parlá fue expulsado violentamente en los primeros meses de 1946.

Intrigas profesionales, incomprensión, ignorancia de algunos funcionarios fueron las principales causas de tan lamentable hecho. Como si fuera poco, le negaron la emisión de un sello conmemorativo del aniversario 30 de la realización del histórico vuelo Cayo Hueso-La Habana.

Estas injusticias provocaron que Parlá cayera en un grave estado depresivo que lo llevó al suicidio. Así terminó la vida de Agustín Parlá y Orduña, quien desafió constantemente todos los peligros en aras del desarrollo de la aviación cubana, por la que tanto hizo, el 31 de julio de 1946, sus restos descansan en el panteón de los Emigrados Revolucionarios en la Necrópolis de Colón de La Habana.

Continuará.