El calentamiento global y los medicamentos

20 de diciembre de 2017

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Diana García García

 

 

Desde los últimos siglos la temperatura media del sistema climático de la tierra ha sufrido un marcado incremento, algo que se conoce como calentamiento global.

A pesar del papel dominante que tienen los mares en almacenar la energía, este incremento también se ha constatado en la temperatura media del aire. Así, desde principios del siglo xx, la temperatura global ha aumentado alrededor de 0,8 grados Celsius. Según se ha observado, desde 1850 cada una de las tres últimas décadas ha sido sucesivamente más cálida que cualquier otra década precedente.

Este ascenso en el comportamiento de la temperatura ambiente a escala global, inevitablemente tiene repercusión en los medicamentos. Este efecto está dado por la influencia negativa que tienen las altas temperaturas en la calidad de los preparados farmacéuticos.

A pesar de que la mayoría de los productos medicinales que se comercializan actualmente pueden almacenarse a temperatura ambiente, existen límites para su conservación a fin de proteger la estabilidad del preparado.

Usualmente la temperatura correcta para almacenar los medicamentos no debe exceder los 32 grados Celsius y por regla general no se recomienda almacenarlos en lugares húmedos o muy calientes. Por el contrario, lo más aconsejable es mantenerlos en lugares frescos y secos, idealmente a temperaturas entre los 15 y 25 grados Celsius.

Sin embargo, la imposibilidad de contar con sitios apropiados para almacenar medicamentos a gran escala a temperaturas de confort es un problema que en la actualidad afecta a la mayoría de los países en vías de desarrollo.

La carencia de instalaciones totalmente climatizadas, frecuentemente se suple con el empleo de cámaras de refrigeración, pero estas tienen el inconveniente de proveer una capacidad de almacenamiento limitada que resulta insuficiente para todos los productos que deben almacenarse en ellas.

Igualmente, en el entorno doméstico también existe el riesgo de afectaciones cuando los medicamentos son almacenados en lugares de la casa húmedos como el baño, o demasiado calientes como la cocina. Algunas personas optan por guardar sus medicamentos en el refrigerador, pero esto es algo que también puede tener inconvenientes, ya que los refrigeradores domésticos son normalmente húmedos y en ellos existe el riesgo de que ocurran derrames y contaminaciones del medicamento con el resto de los productos que en él se guardan.

Es así que el pronóstico del comportamiento de la temperatura para los años venideros debe llevar a los productores de medicamentos a trazarse como plan de acción una estrategia de innovación y desarrollo que dé como resultado la salida al mercado de formas farmacéuticas más estables a las altas temperaturas.

Pero en tanto esto ocurre, todos los pacientes deben concientizar el impacto que pueden tener las altas temperaturas sobre los medicamentos que utilizan y frente a ello, es muy necesario mostrar una conducta responsable en cuanto a la vigilancia de la calidad y la efectividad de los preparados medicinales como regla de oro para hacer un uso seguro de estos valiosos productos.