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El baño en las mascotas

20 de abril de 2017

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Pluto de Jesús María y Kiana de Belén, luego del baño y acicalamiento. (Foto: cortesía de Maritza Thomás)

 

En veterinaria categorizamos el baño en húmedo y seco. El baño seco lo realizan muchos animales sin presencia de agua, lo cual mantiene su piel aseada y protegida. Por ejemplo, muchas aves se asean meticulosamente con el pico, luego de revolcarse en el polvo para desprenderse epitelios. Igualmente lo hacen muchos animales en el bosque y la sabana. Los caninos silvestres en la sabana, mantienen el aseo de su piel revolcándose en la hierba, rozándose con las ramas de arbustos bajos y realizando rituales de socialización en la manada. El gato se realiza un baño seco con su lengua, cuatro veces al día

En un medio urbano, el propietario es encargado del aseo de la mascota. Realizarle un baño seco (cepillado) le asegura evitar cuatro causas principales de infecciones dérmicas: elimina los pelos muertos, que pueden ser hasta 11000 diarios, los cuales provocan escozor en el animal; elimina el exceso de ácidos grasos dérmicos; elimina el polvo acumulado y estimula la irrigación sanguínea. El baño seco contribuye a profundizar el vínculo mascota dueño, debe realizarse diariamente o cada pocos días y en ambas direcciones del pelo: en contra, para desprender mecánicamente la suciedad profunda y estimular la circulación sanguínea; a favor, para darle brillo y distribuir los ácidos grasos de acción protectora capilar. El animales de pelo largo es necesario realizarle desenrede previo y peinado posterior.

El baño húmedo ha de efectuarse con agua y productos adecuados para perros. Debe realizarse después de los 5 meses de edad, momento en cual el animal ya tiene armonizado su sistema inmune, antes de este tiempo el stress puede bajar las defensas orgánicas y dar lugar a enfermedades relacionadas. Los jabones y champuses humanos son dañinos a la piel animal. Nosotros lo comparamos a nuestros clientes a cuando una persona se bañe con desinfectantes caseros. La frecuencia del baño puede variar: desde anual o semestral, en algunas zonas de Europa; hasta semanal y mensual en el trópico. Valore este tema con su veterinario. En la Clínica Veterinaria “Laika” del Centro Histórico de La Habana, recomendamos baño seco diario y baño húmedo mensual.

La acción puede realizarse al aire libre en presencia de temperaturas superiores a 32 grados. De lo contrario se recomienda un lugar cerrado, no expuesto a corrientes de aire. Los oídos del animal deben ser taponeados con algodón, acción que se omite a menudo con el pretexto de que se tendrá cuidado. Aún cuando no le caiga agua al animal dentro del oído, la humedad relativa tan alta que se produce durante el baño, es suficiente para producir aerosoles capaces de catalizar procesos infecciosos auditivos. Los veterinarios lo vemos diariamente. El agua debe estar a 40 grados centígrados para poder eliminar correctamente el exceso de ácidos grasos. Los champuses y jabones usados generalmente son medicados contra ectoparásitos, por lo que deben mantenerse en la piel del animal entre 3 y 10 minutos, según prospecto. La actividad debe ir amenizada por palabras cariñosas y juegos que disminuyan la ansiedad del animal ante este acto que es antinatural y debe contribuir al vinculo mascota-propietario. El enjuague debe ser abundante, los productos usados deben ser retirados completamente para evitar procesos alérgicos. Los productos fijados a la queratina pilosa no se caerán. El secado será concienzudo, manual o por secadora, momento propicio para evacuar las glándulas perianales y la limpieza de las orejas. El oído… no tocar: ello es tarea de su veterinario.

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