El autor y su obra dedicado al poeta Reynaldo García Blanco

21 de marzo de 2019

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Virgen Gutiérrez

 

 

 

Este miércoles 20 de marzo el teatro de la biblioteca Rubén Martínez Villena de La Habana Vieja acogió el Espacio “El Autor y su Obra”, que el Instituto Cubano del Libro regala a los escritores por la obra de la vida, en esta ocasión fue dedicado al poeta espirituano-santiaguero Reynaldo García Blanco.

Las palabras de presentación estuvieron a cargo del también poeta y director del Centro Cultural Dulce María Loynaz, Edel Morales, quien hizo un breve recorrido por la vida y la obra de Reynaldo, nacido en 1962 en Sancti Spíritus y con una larga permanencia en Santiago de Cuba, donde ha desarrollado la mayor parte de su obra poética y también encontró allí la mujer de su vida. “Reynaldo es un poeta que nos ha enseñado que la felicidad existe, pese a todos los avatares que la vida nos ponga por delante. Y lo ha hecho a través de una poesía esencial, trascendente en términos de escritura. El Autor y su Obra es una muestra de la vida y la obra, el hacer de Reynaldo García Blanco”, expresó Edel Morales:

Desde los primeros años de la década de 1990, Reynaldo comenzó a publicar sus primeros poemarios, primero en Vigía y Ediciones Luminarias y luego en la Editorial Oriente. El pasado 2018 fue Premio Casa de las Américas con su libro Disco de Vinilo donde hay canciones rusas para escuchar en inglés y viceversa. Además de su quehacer como poeta, Reynaldo ha hecho una gran labor de promoción cultural en los talleres literarios, en el Centro José Soler Puig y en la radio santiaguera.

Dos compañeros de generación de Reynaldo, la poeta y ensayista, Caridad Atencio y el también poeta Ismael González Castañer leyeron sendas aproximaciones a la obra del amigo.

 

 

Caridad Atencio, luego de decirnos cómo habían conocido ella y Rito Ramón Arocha a Reynaldo García Blanco y contar alguna anécdota, dijo del autor: “Es uno de los poetas más prolíficos de mi generación, un creador que deja al auditorio conmovido y dando palmas cuando lee, y curiosamente, uno de los menos estudiados por la crítica, ganador el año pasado del Premio de poesía Casa de las Américas”.

Sobre las características de ese poemario expresó Atencio: “Hablo de arraigo y resistencia, pues su poesía de hermosos textos memorables, de alabanza a la patria, ha reflejado en sus libros con un lenguaje irónico, aparentemente ligero y en rejuego coloquial, propio de la antipoesía, conflictos insalvables de nuestra sociedad, como es el caso de la falta de espíritu crítico a todos los niveles y la necesidad de ver al hecho de practicar la crítica no como una ofensa al sistema, sino como algo utilísimo si queremos que mejoren sus desaciertos. Y cito un poema: Antes de entrar a la clase de filosofía nos quitaron el wínchester/ y las ganas de polemizar. Me sentí soldado raso/ como un Aristóteles cualquiera que le faltan tres días para el cobro/ Entonces me acuerdo de Buda/ y aquello de que los carpinteros no dan forma a la madera/ y que los flecheros no dan forma a la flecha/ y que los sabios, mejor dicho, los soldados rasos/ tienen que dar forma a sí mismos/ Favor, devolverme el wínchester”.

La poesía de Reynaldo ha apostado por desacralizar la realidad mediante un lenguaje cotidiano, burlesco, irónico. Caridad Atencio sintetizó las claves de la escritura poética de García Blanco.

Luego tomó la palabra González Castañer, quien leyó el trabajo “Introducción al estudio de la obra poética de Reynaldo García Blanco”. Primero calificó a Reynaldo como un bromista que no ríe nunca. Luego, se centró en el estudio que ha hecho de la auto antología de García Blanco llamada La casa del confabulador, de cuyo análisis surge su introducción a los nuevos mitos, pues en ella descubre cuatro poemas de la mitología contemporánea que es el disco y su contexto, antes de su premiado libro Casamérico, antología donde predominan la enumeración y la anáfora.

“Rey construye utilizando cuatro variantes de la anáfora o de la enumeración: el título con el final; los primeros versos con el final; hasta tres ritornellos en el resto del texto del cuerpo, reaparecidos al final y hasta N ritornellos al principio del poema, vueltos como resumen en el final. La anáfora y la enumeración son síntomas de interés y emoción que se enfatizan”. Ismael analiza los cuatro poemas y ejemplifica con ellos su opinión de que hay que volver a los Mitos, estudiarlos, para actualizarlos. Así mismo dice que para él el sujeto lírico en la poesía es el propio poeta.

 

 

Finalmente, Reynaldo García Blanco leyó algunos poemas de su premiado libro que fueron muy aplaudidos por los presentes.

Entre los asistentes estaba el Presidente del Instituto Cubano del libro Juan Rodríguez Cabreras y su vice presidenta Nancy Hernández Contreras y numerosos escritores y amigos del poeta homenajeado.

Muchas felicidades y larga vida para el poeta García Blanco.