Edificio de la calle Amargura No. 8 esquina a Oficios

15 de noviembre de 2021

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Zenaida Iglesias Sánchez

Antes: vivienda y comercio / Fábrica de calzado (S. XX).
Hoy: Café-Restaurante “Del Oriente”.

 

 

El café-restaurante “Del Oriente” desde su apertura, hace ya varias décadas, reservó un lugar especial para el visitante en la plaza de San Francisco, por su lujoso interiorismo y exquisito confort, que evoca los cafés madrileños de la península ibérica.

 

 

En la planta alta se ubicó el restaurante, apropiado para eventos y celebraciones especiales, un esmerado diseño combinó la gama de colores en mobiliario y decoración, distinguiéndose el lujoso vitral que imprime un peculiar ambiente al salón, donde se degustó de la alta cocina internacional. Por todo esto, devino sitio frecuentado por prestigiosas figuras nacionales y extranjeras.

 

 

Ocupa una de las parcelas de terreno donde antaño se encontraban las primitivas casas de cabildo y gobierno de la ciudad. En el siglo XIX se encontraba en este espacio un edificio destinado a vivienda, con un comercio anexo, la “Fonda San Francisco”, que perduró hasta la llegada del siglo XX.

 

 

El actual, se dice fue construido alrededor de los años 1930, por ello acogió en su arquitectura los códigos formales de la época, con marcada filiación al estilo ecléctico; también desempeñando la dualidad de función, lo que nos lleva a suponer la distribución bien diferenciada en sus dos niveles de altura, destinándose la planta baja a establecimiento comercial y la planta alta para vivienda del propietario, con acceso por la calle Amargura.

 

 

En los años 1990 el inmueble estaba ocupado por una empresa del calzado, por lo que había sufrido múltiples transformaciones. Una vez desocupado, se trabajó en su rehabilitación.

Es de señalar que, si bien esta construcción, no compite con la prestancia arquitectónica y la monumentalidad del resto de los edificios que conforman la plaza de San Francisco, tampoco desentona con el conjunto ni le resta valores, mostrando en su apariencia solides y sobriedad.

 

 

Reabre sus puertas en nuestros días, luego de haber permanecido cerradas al público por las condiciones que impone el Covid-19. Nuevamente se observan clientes disfrutando del lugar, abierto hacia la plaza, uno de los espacios públicos más bellos de la ciudad.