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Edificio de la Aduana de La Habana y sus tres espigones San Francisco, Machina y Santa Clara XI

7 de junio de 2013

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El conjunto del edificio de la Aduana con sus tres espigones posee Grado de Protección II de acuerdo con la Comisión Nacional de Monumentos de Cuba, que dispuso que el edificio fuese inscrito en el Inventario Nacional de Construcciones y Sitios. Esta consideración estuvo condicionada por sus valores patrimoniales en relación con su integridad física, su funcionalidad y su significación en el contexto por sus valores arquitectónico-ambientales.
A pesar de su grado de deterioro, conserva su estructura y diseño originales, lamentando la pérdida parcial de elementos compositivos tales como aleros y canes, la carpintería en general y las cubiertas de tejas en las torres. Asimismo algunos de los vanos de los pisos superiores han sido cerrados, pero la transformación más drástica e impactante a nivel de fachada es el cierre hermético de la planta baja, mutilando al edificio de los valores ambientales que conseguía en la continuidad visual entre los espacios marítimo y terrestre; privando al transeúnte del disfrute expedito y público de estos accesos. El cierre de la visual a la bahía que imponía el edificio por su volumetría, se atenuaba con el diseño reticular de la planta baja, que aligeraba el impacto monumental de los pisos superiores.  Así, la Plaza de San Francisco, que otrora fuera la única abierta al mar, mantenía en alguna medida esta condición.
Por su funcionalidad específica el conjunto posee un valor excepcional al mantenerse casi 100 años en explotación, conservando muchas de sus funciones originales e instalaciones. En el momento de su inauguración y hasta la década de 1950, sus muelles se contaban entre los mejores del mundo por la modernidad de su infraestructura técnica y los servicios que brindaba.
La construcción de la Aduana y de los muelles de San Francisco, Machina y Santa Clara es un fenómeno representativo de la penetración de capitales estadounidenses en la economía cubana, iniciada la traslación inversionista hacia los servicios. Los intereses norteamericanos entran a jugar un papel importante durante este período en la industria marítima y portuaria, motivo por el cual el edificio está diseñado por arquitectos de ese país.
La arquitectura del edificio de la Aduana corresponde al inicio de la penetración de las corporaciones extranjeras en la industria cubana, filtrados los componentes arquitectónicos a través de la interpretación norteamericana en el diseño de las infraestructuras de todo tipo. La definición estilística del edificio es inducida exteriormente por los diseñadores norteamericanos, simulando una imagen localista en la medida en que se apropia de elementos de la arquitectura colonial (arcos de medio punto, cubiertas de tejas criollas de barro, rejas y vitrales de colores, óculos, persianería francesa), casi siempre utilizados de manera folklorista.
La continuidad estilística que representa el inmueble se apunta en relación con su definición ecléctica, fundamentalmente en su sentido de hibridez y mixtura de códigos –no solo de la tradición hispánica cubana sino del área caribeña, y del propio país de origen de los arquitectos-; pero también por la conservación de rasgos propios del Eclecticismo como corriente arquitectónica, apreciable en los frontones, frisos y pilastras neoclásicos.
Sin embargo, la tendencia general será hacia la conjunción desprejuiciada de motivos decorativos y variantes estilísticas, reflejando un eclecticismo que no es más que el resultado de la asunción acrítica y estereotipada de elementos arquitectónicos a juicio de los proyectistas foráneos. La caracterización de fachada –tanto la proyectada hacia la calle San Pedro como su contraparte marítima- constituyen los espacios donde mejor se aprecia dicha tendencia.

Vista general del conjunto, fachada

En relación con la fachada, los rasgos neocoloniales –tanto de los siglos XVIII como XIX cubanos-, californianos y academicistas, confluyen ambiguamente sobre un alzado monumental. La severidad de la fachada, esencialmente plana, es matizada por la colocación simétrica de los vanos para ventanales, la balconadura, el juego con los aleros y los motivos decorativos adosados en zonas específicas (sobre todo en el acceso principal a las dependencias de la Aduana). Otro elemento que coadyuva a lograr un efecto esteticista en el alzado es la colocación sobre la cubierta de tres torres a manera de miradores, coincidentes con las intersecciones de los espigones y el Edificio Marginal. Estos tres elementos de remate fueron dispuestos para promover urbanísticamente la obra, además de que confieren un delicado término a la pesada imagen del edificio. Similares resultan en este aspecto los edificios de la Estación Central de Ferrocarriles (Kenneth Murchinson, 1912) y el Hotel Nacional (Mc Kim, Meade & White, 1930), obras ambas de factura norteamericana en un análogo fenómeno de manipulación de códigos hispanistas. Resulta visualmente un conjunto armónico en términos de escala pues se integra a la línea apaisada general que prima en el centro histórico a pesar de su altura.
Indiscutiblemente la relación del edificio con dicho fenómeno de imposición de una mirada exotista en la arquitectura cubana está presente, asumido el repertorio tradicional como elementos arquitectónicos aislados dispuestos en una relación mixta de asociación de componentes de procedencia hispano-mudéjar, y combinados en función de crear una imagen extranjerizante de lo vernáculo e identitario.  Sin embargo, este fenómeno es parte de la historia de la arquitectura cubana en la primera mitad del siglo XX, y como tal debe considerarse. Los valores históricos, funcionales, ambientales, excepcionales del edificio de la Aduana contribuyen a su importancia como bien patrimonial cubano, y su arquitectura es representativa como pocas de un proceso complejo y rico en la tradición constructiva local. La Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana concibe actualmente un nuevo proyecto para su rehabilitación integral.

*La Lic. Alina Castellanos Rubio es coautora de esta investigación.

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