Día Mundial de los Humedales

13 de febrero de 2019

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Josefina Cao López

 

 

El pasado sábado 2 de febrero se celebró el Día Mundial de los Humedales. El lema de este año fue:

“Humedales y cambio climático”

 

Con los mensajes siguientes:

Los humedales nos ayudan a prepararnos ante los efectos del cambio climático, a enfrentarnos  y contrarrestarlos.

No estamos indefensos ante el cambio climático, gracias a la presencia de los humedales.

 

Cada 2 de febrero se celebra en todo el mundo el Día de los Humedales, este día se firmó la Convención relativa a los humedales de importancia internacional y que se conoce como Convenio Ramsar debido a la ciudad iraní donde se firmó el acuerdo.

El cambio climático está provocando efectos negativos sobre los humedales tales como: Disminución de la banquisa estival. ¿Qué es esto?

La banquisa o el hielo marino es una capa de hielo flotante que se forma en las regiones oceánicas polares. Su espesor típico se sitúa entre un metro, cuando se renueva cada año, y 4 o 5 m, cuando persiste en el tiempo, como ocurre en la región ártica más próxima al polo. Excepcionalmente se forman engrosamientos locales de hasta 20 m de espesor. En muchas ocasiones está constituida por bloques de hielo fracturados que han sido nuevamente soldados. Existen dos banquisas que ocupan una parte variable del océano: una en el Ártico y otra alrededor del Continente Antártico. La banquisa antártica desaparece en su mayor parte durante el verano austral y se vuelve a formar en el invierno, alcanzando una extensión equivalente a la del continente. En septiembre alcanza los 18,8 millones de km², mientras que en marzo es de sólo 2,6 millones de km². En la banquisa ártica se funden cada año las partes más próximas a los continentes circundantes, época que se aprovecha para la circunnavegación del océano Ártico. En marzo alcanza los 15 millones de km² y en septiembre alcanza los 6,5 millones de km².

Se observa con preocupación que la banquisa ártica tiende desde hace años a perder extensión en cada ciclo, lo que se interpreta como efecto del cambio climático actual. ¡Se estima que dentro de pocos años desaparecerá por completo en la época veraniega!

 

La descongelación del permafrost. ¿Qué es el permafrost?

El permafrost, permagel o permacongelamiento es la capa de hielo permanentemente congelado en los niveles superficiales del suelo de las regiones muy frías o periglaciares, como es la tundra. Puede encontrarse en áreas circumpolares de Canadá, Alaska, Siberia y Noruega. El permafrost se puede dividir en pergelisol, la capa helada más profunda, y mollisol, capa más superficial que suele descongelarse.

 

Aumento del nivel del mar.

El actual ascenso de nivel del mar ha ocurrido a una tasa media de 1,8 mm/año desde el último siglo, y más recientemente a tasas estimadas cercanas a 2,8 ± 0,4 – 3,1 ± 0,7 mm por año. Parte de este ascenso del nivel del mar se le achaca al calentamiento global antropogénico. Mientras que estudios observacionales y por modelado de la masa perdida de glaciares y banquisa indican una contribución de estos fenómenos al ascenso del nivel del mar.

 

Exacerbación de la proliferación de las especies invasoras.

Las especies invasoras son animales, plantas u otros organismos exóticos que se introducen en un hábitat que no es el suyo. Muchas de estos organismos son oportunistas y se regeneran fácilmente llegando a expandirse extraordinariamente, causando daños.

 

¿Sabe usted que los humedales ocupan apenas entre el 3% y 5% de la superficie del planeta?

Sin embargo proporcionan ¡40 % de los servicios ecosistémicos: agua, alimento, prevención de catástrofes, sumidero reservorio de CO2, del planeta cada año!

 

¿Sabe usted que son ecosistemas reconocidos como de alta fragilidad y  vulnerabilidad?

Se calcula que se han perdido la mitad de los humedales desde inicios del siglo XX, y quizás hasta un 60% si se extrapola a los siglos anteriores.

 

¡En los últimos 44 años, el planeta ha perdido 1% de la superficie de zonas húmedas cada año!

Podemos resumir explicando que:

• los humedales constituyen ecosistemas que albergan una alta diversidad biológica,
• son reguladores naturales del clima y el ciclo del agua,
• contribuyen al control de inundaciones y sequías,
• mitigan la erosión costera,
• generan recursos hidrológicos que suministran agua a las poblaciones presentes en su área de influencia,
• esta agua puede ser utilizada tanto para el consumo como para su uso agrícola y ganadero, pero además captan agua de lluvia en zonas urbanas y rurales,
• tienen una acción protectora de los bosques de mangles,
• constituyen zonas de actividad laboral o de recreación: pesca y turismo.

 

Ellos han tenido la responsabilidad de sustentar directa o indirectamente a diversas comunidades de diferentes civilizaciones.

Humedales cubanos. Son parte importante e inseparable de la riqueza y diversidad biológica del archipiélago.

Entre los humedales de mayor connotación resaltan la Ciénaga de Zapata, Birama incluye el delta del río Cauto, Lanier, Cunagua, el sistema lacustre del  SE de Pinar del Río, entre otros.

La Ciénaga de Zapata es el más grande de Cuba y el Caribe Insular, por lo que está incluido en la Lista de Humedales de importancia internacional de la Convención Ramsar.

Los humedales cubanos con su elevada riqueza y diversidad de ecosistemas poseen una biota privilegiada y una alta potencialidad de usos y aportes económicos: maderables, medicinales, melíferas, ornamentales, artesanales, recursos fitogeográficos, silvestres comestibles para el ser humano y la fauna.

Por lo tanto, los humedales deben conservarse y manejarse adecuadamente. La eficaz protección de sus complejos ecosistemas y especies; así como de su medio ambiente, es un aspecto insoslayable e imprescindible que beneficia a las actuales generaciones y lo hará con las futuras.

 

Recordemos que… “la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”.  Sólo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla.