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Descubrimiento prometedor

18 de octubre de 2013

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Hoja de Ginkgo biloba

Los extractos de plantas de origen terrestre, representan una de las fuentes de  interés potencial para la obtención de fitofármacos. Un ejemplo, entre tantos, es el extracto de las hojas de Ginkgo biloba de amplio consumo por sus efectos neuroprotectores.
No obstante, a muchos puede sorprender que existe otra fuente potencialmente útil, aún no explorada al máximo: los organismos marinos, que al evolucionar y vivir en condiciones ecológicas únicas y como resultado de su gran diversidad taxonómica -en relación con la de los organismos terrestres-, pueden sintetizar moléculas que no tienen equivalencia con las encontradas hasta el presente en estos últimos. De esto se deriva la obtención de estructuras químicas novedosas con efectos farmacológicos sui generis.
Un equipo de biólogos estudió una extensa región del fondo marino del Caribe, cubierta por hierbas marinas adaptadas para vivir sumergidas. Representan un grupo de plantas terrestres que invadió el medio marino en tiempos remotos, y forman praderas más o menos extensas en el sublitoral, sirviendo de albergue y alimento a innumerables  especies, algunas de importancia pesquera, y otras, que se consideran en peligro de extinción.
Las praderas de fenogamas marinas son más extensas en la costa sur y este de Cuba, pero se encuentran también en la costa norte y oeste, en las áreas protegidas del oleaje fuerte. Una de las especies  es la Thalassia testudinum, que constituye el pasto marino de mayor abundancia en el litoral caribeño, por lo que son conocidas también como “praderas de Thalassia”. Una de sus  singularidades  es la velocidad con que almacena energía por su actividad fotosintética (productividad primaria), que la ubica entre las más altas de los sistemas, y comparable a los sistemas de cultivo terrestre. Su característica más llamativa está dada en sus hojas anchas (hasta de 2 cm) aunque  varía con el ambiente donde crece.
Sin embargo, todavía existen escasos reportes en la literatura médica sobre las potencialidades de la Thalassia testudinum como agente de posible uso terapéutico. Solo describen el aislamiento y la explicación  estructural de algunos de sus metabolitos secundarios con efectos antivirales, a partir de ejemplares colectados en la región de las Bahamas.
Por otro lado, el Centro de Bioproductos Marinos (CEBIMAR) se encuentra desarrollando un extracto obtenido a partir de esta planta, con potencial uso terapéutico.
BM-21 es el nombre adjudicado a ese  nuevo extracto hidroalcohólico, desarrollado a partir de las hojas secas de la Thalassia testudinum,  y que ha alcanzado interés especial por su alto contenido de estructuras fenólicas, así como gran variedad de efectos beneficiosos que se han descrito para este nuevo producto en desarrollo.
Definitivamente, los organismos marinos constituyen también otra fuente novedosa en  el aumento de fitofármacos, cosméticos y suplementos nutricionales para beneficio de humanidad.

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